LECTURAS
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- LA AGONÍA DEL GUABO
Junto al maizal, al borde de una quebrada no muy profunda, el musical sonido de un riachuelo límpido y transparente circulaba sin descanso. Su agua en ese tiempo, era útil para la subsistencia de los habitantes de los dos márgenes de ella, cubiertos de vegetación verde y brillante adornando la quebrada. Los costados del riachuelo de paredes con gradientes de tierra, se embellecieron con la hierba que crece espontáneamente. En un espacio de la ladera nació y se desarrolló, un arbolito de guabas, que con fuertes raíces se aferró por la mitad de ella y formó al crecer un hermoso árbol, con una alta copa de múltiples y vigorosas ramas. En tiempo apropiado se saturaba de flores blanquecinas que hacían frutos deliciosos: las guabas pequeñas muy dulces, provocaron la desafiante aventura para jóvenes y niños de poder subir a las alturas del árbol, a recoger el precioso y apetecido tesoro de sus frutos. Los años pasaron con el tiempo y el “árbol de la quebrada” acumuló sensaciones en una enorme envergadura, en su amplio y fuerte tronco con muchísimas ramas y hojas, cada una de ellas tenía su secreta historia de vida: con formas variadas, giros caprichosos y acumulación de penas grabadas en sus nudos leñosos. Era un gigante imponente y bello, alegraba la vista en días soleados en el azul del cielo, con filigranas artísticas de sus múltiples ramas entrecruzadas entre sí. Por el descuido a la naturaleza el clima cambió y el riachuelo se ensanchó corriendo ruidosamente, con caudal de agua ennegrecida llevando basura, pedazos de madera y desperdicios. El río se rebeló ante la irresponsabilidad e irrespeto humano. Con el poder de la naturaleza, creció y se desbordó, arrasó con lo que estaba a su paso, castigó con severidad la negligencia de los habitantes de sus orillas, causando mucho daño. El guabo, fuerte, grande y firme, se mantuvo erguido a pesar del embate del agua, estaba seguro y ofrecía ya las florecillas que anunciaban los próximos frutos. Pero su ladera estaba muy humedecida y resbaladiza, era inminente su caída. El árbol grande se desplomaría en la quebrada y sobre las casas alrededor de él, era un peligro real para terrenos y personas. Con el corazón oprimido y angustiado de tristeza, se decidió sacrificarlo….tantos años de su historia silenciosa y dulce modelando arte en tronco y ramas del árbol; muchos jóvenes y niños subieron con esfuerzo a coger guabas; múltiples avecillas hicieron sus nidos bajo su protección…. con sentimientos de honda pena, un ser vivo y bello iba a desaparecer. Con profundo dolor, se ejecutó la sentencia. Y se inicia la agonía del bellísimo gigante. Se estremeció al sentir los cortes en principio en lo más frágil: cercenando sus dedos de ramas pequeñas, alcanzando con fuerza los vigorosos brazos; que tejieron la trayectoria secreta de su vida, en una obra de arte en diseños de variados recorridos y sufrimientos materializados claramente en prominentes torceduras. El guabo ofreció belleza y sabor a la vida del campo, su imagen hermosa y soberbia como dueño de su espacio. Sé que era feliz ahí, frondoso y colorido en su presencia, pero cruelmente el río contaminado hizo variar su historia. Las hojas temblaron y como invisibles lágrimas cayeron al suelo, las ramas se juntaron formando un montón para aferrarse entre ellas. El tronco se desangró con la sierra eléctrica y con un último grito ronco y crujido de ausencia, se despidió del cielo, del aire y del mundo. Únicamente quedó un espacio vacío solitario, silencioso y plano. Se que sus raíces calladamente y solas, se hundieron con dolor en la oscura profundidad de la tierra silente, aferrándose en vano al área que las mantuvo vivas hasta ese día. Gitana del Viento
- UN DÍA CUALQUIERA
Al abrir los ojos en un amanecer, comprobé que la claridad venció a las tinieblas y brillaba una esperanza fresca en la luz de un nuevo día. Sentí que la soledad también desapareció con el bullicio del inicio de una nueva jornada, sí, fue posible escuchar el trinar de saludo a la claridad de las aves, motivando a la dinámica y rechazando la inmovilidad e indiferencia. Fui testigo del bello colorido de las diferentes flores, con el multicolor de sus pétalos abiertos para dar le bienvenida al sol: descubrí su belleza en las vivas y radiantes, así como en las marchitas mustias y sin color aún presentes. Entendí que las primeras: nos urgían a honrar la vida ahora y aquí; mientras que las pálidas y marchitas, mostraban lo efímero de una oportunidad y conservaban con galanura lo que hicieron en su trayectoria temporal. Miré al cielo tornándose nublado y oscuro, presagiando frío y tristeza, dificultades y problemas, pero hubo tiempo para que aún en su amenazante apariencia, el soplo constante de los vientos las desvaneciera, ofreciendo la limpidez de un cielo azul, porque cuando se vence los grises tropiezos de la vida, se abre la presencia radiante y promisoria de un inmenso futuro. Me detuve en la profundidad de la mirada en los ojos de los que me rodean, y encontré que la picardía y brillo del ayer juvenil, con el pasar del tiempo se habían tornado en un sentido y tranquilo mensaje de sabiduría. Sin maestros ni lecciones, estaba escrito en su limpidez y brillo, la clase magistral del existir que tenía los inconfundibles rasgos de la paciencia y el conocimiento. Un día cualquiera, entendí que todos trazamos siempre una trayectoria de vida, porque somos seres vivos y cósmicos, piezas importantes de la armoniosa y activa organización de la existencia. Un día cualquiera, sentí el deseo de acercarme sinceramente a todos los humanos, para unirnos al unísono en la lectura del Mensaje Supremo, que está grabado con múltiples matices de consejos y enseñanzas, en todo lo que nos rodea en nuestro mundo. Gitana del Viento
- ¿QUÉ NOS OFRECE “EL MAÑANA”?
Toda persona tiene un “horario cotidiano” exclusivo; que cumple diariamente de forma definida y establecida de acuerdo al estilo de vida. Invariablemente comienza con la claridad del nuevo día y el saludo de la mañana que en horas concluye su tiempo, con la llegada de la noche en la que siempre se busca y encuentra el “recreo” de los sueños. El espacio de 24 horas que nos obsequia cada día; tiene su actividad propia y organizada que exige: esfuerzo, dedicación, constancia en labores variadas, apoyando el bienestar personal y la tranquilidad del grupo humano al que se pertenece. Eventualmente en el transcurso del día hay cansancio, aburrimiento, monotonía…y también momentos gratos, que se repiten cotidianamente, cumpliendo así con el horario que trae cada jornada. En cada amanecer con el luminoso saludo de la luz del día, el tintineo de la lluvia o el beso del sol en las ventanas, se inicia con la obligación aceptada que se cumple con responsabilidad, preocupación y compromiso. No siempre hay recompensa visible e inmediata, porque no se valora conscientemente la dimensión del valioso aporte personal que se ofrece a cada existencia individual, de grupo, de familia o de comunidad. Individual o colectivamente con cada rutina se está aumentando y enriqueciendo cada uno en sabiduría, aprendizajes, novedades….es decir se está viviendo y creciendo, el sentirlo así es el más hermoso galardón para cada recorrido humano. El ser capaces de hacer una tarea difícil sin mayor esfuerzo, indica superación y progreso. La presencia de dificultades y problemas, son desafíos que se asumen y que mientras haya vida serán superados eso es triunfo. El descubrimiento y aplicación de soluciones a complicaciones enriquece, da fortaleza y satisfacción. El valor de no rendirse demuestra la riqueza interior y el aprecio sincero de estar viviendo. En fin, poseer: ilusiones, esperanzas, alegría y confianza; es un grato reconocimiento a cada nuevo día es creer en el futuro. Sí, el reconocerlo identifica lo que nos ofrece el mañana: un amanecer claro sin necesidad del sol, un calor interior a pesar del invierno, por el esfuerzo que se hace al utilizar el espacio vital que se dispone: de la mejor manera. El mañana es promesa y oferta de premio personal por el esfuerzo individual de llevar cada existencia: con utilidad, veracidad y constancia, enalteciendo el camino de la propia Vida. Gitana del Viento
- UNA HUELLA DE VIDA
Todo ser vivo aprecia y disfruta el privilegio de vivir. En los seres humanos con manifestaciones de alegría o tristeza; por la interrelación que se crea entre ellos siempre y la opción de aprendizajes que hay en cada camino. Por los sentimientos que surgen con las experiencias, por las novedades que sorprenden en el tiempo y por los logros que se alcanzan con esfuerzo. Hay seres bellos, vivos y palpitantes, que no manifiestan la gama de variaciones sentimentales de una persona. Son diferentes, pero están artísticamente presentes en el entorno. Son silenciosos uno fijo en cada sitio, hermosos, imponentes, decorativos por sus formas y colores; son los árboles. En el patio de tierra de una antigua casita de campo nació y creció espontáneamente un árbol de aguacate. Pausada y tímidamente empezó a ofrecer sus hojas verde brillante a su estructura. Sus ramas y tronco subían graciosamente hacia la luz, alejando su follaje del suelo ascendían en conjunto paulatinamente hacia el cielo. El tiempo transcurre sin permiso alguno y aparecieron recelosos unos pequeños aguacates, en determinado tiempo fueron cosechados; como venían de un árbol espontáneo no fueron muy apetecibles. Se decidió hacer injertos, mediante cortaduras en tronco o ramas del majestuoso árbol. El árbol se sintió agredido, se marchitaron las hojas y ramas que fueron heridas y se perdieron sus coloridos adornos vivos, estaba como un tronco solitario con escasas ramas. Permaneció artístico e imponente con oscura silueta de fuerte envergadura y ramas de variadas formas, con definida silueta bellamente visible en contraste con los atardeceres de verano en colores amarillo-rojizo, con la perfección de su negra y erguida figura. Una manifestación real de recorrido de vida donada por la naturaleza. Símbolo de esfuerzo y presencia. Concreto mensaje de existencia de un ser vivo diferente. Su silueta oscura, bella y respetable indica el valor de honrar la vida con esfuerzo propio sin ser comprendido; está ahí esbelto y seguro en el arte de luces y sombras; testimonio visual de una huella de vida solitaria. Gitana del Viento
- TERMINANDO UN CICLO
El correr del tiempo es una realidad firme y activa en nuestro planeta y en cada vida: día a día siempre con su ritmo cronométrico que no se detiene y entrega lecciones de existencia, experiencias y aprendizajes. Es valioso, agradable y estimulante utilizar cada etapa de maduración personal, labrando con esfuerzo propio y responsabilidad el desarrollo de cada vida, buscando una meta feliz, satisfactoria y exitosa. Sin descuidar la certeza de que el tiempo va cargando años a cada uno cotidianamente. Siempre se avanza esperando un resultado, que usualmente culmina en un ciclo fijo. Desde el nacimiento se trajina una ruta característica para cada vivencia, normalmente con etapas de estudio, dedicación y superación. Se alcanza enseñanzas útiles, logros concretos con esfuerzo y trabajo en todo momento. En la juventud, no se valora las huellas que deja el pasar del tiempo y eventualmente se desestima su presencia; difiere en verdad con la apreciación adulta. Sin embargo es perceptible la sensación del cambio de etapas en cada existencia, porque cada ciclo de vida deja lecciones inolvidables y útiles para el avance paulatino. Sin darse cuenta, se va cambiando y está bien marcados en el tiempo. Es obligatorio aquilatar cada desempeño al cierre paulatino de cada ciclo de vida, descubriendo sinceramente en este análisis: lo hecho o por hacer con propósito maduro y serio. Se acerca rápidamente el momento de asumir responsabilidades, acciones y labores personales que ponen a prueba la seriedad de lo caminado individualmente en la ruta de aspiraciones. La pregunta interior al término de cada ciclo debe considerar: si en él se guió cada obligación de acuerdo a la capacidad y habilidad que se posee con el cumplimiento y constancia necesarios; con sentimientos verdaderos de honestidad y oportunidad como seres humanos: hijo, amigo, hermano, compañero, colaborador…. Saber y demostrar que el tiempo no pasó en vano, se impone valorar. Sí hay frutos de esta vida para cosechar con orgullo. Gitana del Viento
- VALORAR LA EXISTENCIA
Con el gorjeo de los pájaros y/o el sonido del despertador, diariamente se abren los ojos de los seres humanos al percibir la luz del sol; han desaparecido o escondido las tinieblas de la noche, cubriendo todo de una claridad prometedora, hemos ingresado sin esfuerzo a la esperanzadora luminosidad de un nuevo día. Cada persona luego del cumplimiento diario de cada rutina de vida, está segura que luego del trabajo u ocupación; terminadas las atenciones en casa y actividades adicionales: va al descanso nocturno, al amparo de la callada oscuridad de la noche. Sumergidos en el íntimo misterio nocturno, ocurre un encuentro consigo mismo; se repasa, recopila y analiza experiencias buenas y no tan buenas ya vividas, se hace evaluación sincera y silenciosa de lo trajinado hoy con preguntas, inquietudes y respuestas mentales. Más tarde en el tiempo se disipan las ideas, con el reposo y sin anuncio especial sin alquiler de espacio ni pago de boleto, se penetra en un mundo de paz y fantasía: el sueño como merecido descanso. Evadiendo y alejando así tenebrosas ideas, dudas de fallas y errores cometidos; temores de la oscuridad, de la inseguridad, soledad y dudas, incluyendo recuerdos preocupantes. Ventajosamente las fantasías del sueño se apropian totalmente de cada ser y tienen la virtud de brindar un espacio de mundos diferentes que alejan las inquietudes. Mientras la naturaleza cumpliendo con el calendario de vida, proporcionó suficiente descanso y renovó fuerzas individualmente….se escucha el musical saludo de los pajaritos, festejando alegremente a la mañana a la luz de los claros ofrecimientos, promesas y esperanzas del nuevo día. Motivando así con energía el inicio del futuro con certeza y seguridad que se inició ya, comienza y se respalda en la claridad de la oferta mañanera. Este es un momento clave en la vida de todos, pues el brillo del sol o el sonido de las gotas de lluvia demuestran que aún respiramos y percibimos el entorno, son delicados regalos de ideales y estímulos para proyectar cada existencia en relación directa con lo que se vive y se aspira, se tiene o se busca. Es valioso e indispensable adaptarse a las circunstancias que nos ofrece cada espacio de vida: recibirlas con confianza y fe, disfrutarlas, mejorar y pulirlas de acuerdo a cada realidad con auténtico esfuerzo y dedicación. Valorando la luminosidad y dinámica del nuevo día, hay la factibilidad de acción, de movimiento y pensamiento profundo, que nos ratifica que estamos vivos para actuar. Con plena capacidad de dar valor a cada existencia con el esfuerzo más sincero de honrar el don de permanecer existiendo decente y responsablemente en nuestro mundo. Gitana del Viento
- CAMINATA POR LA VIDA
Mientras los años se van acumulando sin descanso en cada vida personal; los recuerdos ocupan varios espacios para revivirlos: en los tiempos libres, en los insomnios, en las conversaciones…. Están siempre presentes en momentos variados de cada existencia. Envejecer, etapa obligatoria del ser vivo que no siempre alcanza a todos, proceso real e irreversible que significa en verdad: vivir en el ayer, ignorar el hoy y temer el mañana, basados en las experiencias y conocimientos adquiridos: vivencias, sentimientos, valores y creencias archivadas en cada interior; joyas que deberían entregarse siempre a quienes nos rodean. Debe ser un legado obligatorio entre las personas, dirigidos hacia quienes conocimos temporal o profundamente en cada trayecto de vida transitado. En el avance de la caminata de cada existencia: los cumpleaños se suceden con mayor frecuencia, con la madurez brota sabiduría y experiencia atesoradas con el tiempo; diariamente y silenciosamente nos guía al análisis de la ruta elegida: ¿Qué se ha logrado?…. ¿Qué ha fallado?....Sueños cumplidos o aún acariciados. ¿Qué huella se ha marcado en los grupos humanos que se conoció o nos rodearon? Sí, se logró y compartió: seguridad económica y comodidad de vida. Múltiples festejos y regalos; que se pierden con el tiempo y que de todos modos: dejan un espacio vacío de sentimientos, afecto, empatía o comprensión. Sí, se alcanzó éxito profesional y reconocimientos; con ausencia de la calidez en el hogar, básicamente en soledad total sin legar ejemplos, afectos o lecciones de vida que se entregan normalmente en el núcleo familiar unido y amigos cercanos. Sí, se tiene amigos y conocidos temporales sin haber brindado el espacio para dar algo más que una charla. No se llegó al consejo experimentado y sincero, a la guía oportuna, ni a la comprensión auténtica de sus inquietudes de angustia, necesidades o aislamiento. Es tan fácil entregar y obsequiar cosas materiales con emoción efímera y del momento, pero lo físico desaparece se desgasta y se pierde en el tiempo. En realidad no deja huella como lo hace un verdadero sentimiento afectuoso y sincero de amistad y solidaridad. Cada vida es un elaborado cofre construido por cada uno, acumula enseñanzas que perduran es lección permanente de esfuerzo y principios que no desaparecen. Es una trayectoria imborrable de caminos difíciles pero realizables y posibles a pesar del transcurrir del tiempo. ¿Se ha dedicado algo de él para compartirlos voluntariamente entre quienes realmente necesitan?…. Interioricemos honesta y verdaderamente cada uno: analizando y cuantificando el significativo legado entregado a los seres queridos oportunamente. Lo que está aguardando enseñar. El tiempo para ser compartido con ellos es cada vez más limitado. El espacio existencial de cada vida se acaba para seguir posponiendo la gratitud que se le debe a la Vida Recibida. Gitana del Viento
- NUEVO DÍA DE VIDA
El ser humano disfruta cada mañana con múltiples sensaciones, actitudes y experiencias variadas: entusiasmo , optimismo, confianza y más de una ocasión en cada jornada se presentan eventos que transmiten pesimismo, dudas, inseguridad. Pues siempre están presentes los dos polos existenciales balanceando la realidad. Los sentimientos como las acciones son reales, son episodios verdaderos y actuales: posibles e imaginarios mientras se vive el presente , asimilando paso a paso el desarrollo de cada vida y catalogando como momentos felices o estimulantes, etapas de tristeza y desánimo. Así se va “ estrenando cada nuevo día.” Con el anochecer en la oscuridad hay el descanso: se recuerda lo vivido y con algo de confianza o depresión se concilia el sueño , que tiene la virtud de alejar la realidad de las personas con mágica imaginación y regalo de capítulos diferentes ; muestra eventos de tranquilidad, alegría y confianza; para inaugurar confiados la mañana siguiente. Con la claridad mañanera, surge en la mente de cada persona el brillo de una luz secreta: pensar y soñar en un futuro positivo, que a pesar de ser intangible es luminosidad que guía el camino que se espera recorrer con entrega, convicción y confianza. Surgen y se acumulan sueños y esperanzas optimistas, que son proyectos reales y factibles para lo que será realmente el nuevo día cuando se materialice en el tiempo. Buscando siempre cumplir con la meta buscada y de manera concreta: con cada vida humana. Al pensar en el futuro se hace propósitos y acciones grandes, con ejecuciones posibles y con logros alcanzables pero lejanos . Se enciende e ilumina la luz mental con el objetivo de que sea realizable en el futuro, para dar cumplimiento de lo que se espera obtener. Son propiedad individual los sueños de aspiraciones naturales y positivas; desear un futuro exitoso, estimulante y feliz. Para trazar y concretar la ruta correcta y segura para lograrlo, es necesario perseverar en su búsqueda con conocimientos, experiencias y voluntad , con respaldo real de constancia y oportunidad. Para conquistar la meta soñada , hay que planificar, proyectar y probarlo individual y personalmente en el presente, coordinando: saberes, ejemplos, madurez. Superando más de una vez tropiezos inesperados y desafíos difíciles que son fases cotidianas en el avance de cada nuevo día de vida. Al realizar las acciones correctas y orientadas a lo efectivo valioso y útil: se va a moldear el mañana mientras se vive el hoy, único tiempo real y auténtica materia prima que se posee efectiva y verdaderamente en el presente. Esto ayuda y permite superar cualquier error o desafío del momento, para crear innovaciones oportunas. Es innegable, optimista y estimulante vislumbrar y obrar en el nuevo día, actuando con eficiencia desde el principio; hay que buscar e incorporar más herramientas con el aprendizaje de lecciones y enseñanzas en el hoy manejable. Perfectible y útil para cada uno evitando que ningún escollo o motivo lo detenga: la ilusión y seguridad de un futuro mejor en el nuevo día de vida que se está construyendo, personal y paulatinamente. Gitana del Viento
- LA CERTEZA DE UN CAMINO
Cada día, con constancia de maestro; un ave-tutora se empeñaba en relacionar las flores con el dinamismo de la vida al aire libre y presentó a varios seres vivos de su entorno. Explicó que los gusanos están en la humedad de la tierra, debajo de las piedras y se pasean golosos por las hojas de las plantas. También motivó a descifrar el mensaje acrobático de las rápidas libélulas; el sabor del néctar que beben los colibríes y el peso del polen que cargan las abejas para volver a su colmena. El tiempo sin detenerse y con el incansable trajín de la naturaleza, obsequió flores de colores variados en este espacio: con pétalos abiertos y otros apretados entre sí; todas con delicados perfumes y diferentes siluetas competían en belleza en el jardín florido. La visita de abejas y colibríes era constante en melodiosa agitación, esto daba vitalidad y alegría a las flores. Con los bulliciosos e inquietos visitantes en un espacio de tiempo precioso las flores ofrecían con brillo y coquetería sus más hermosas galas. Al correr el tiempo el alboroto disminuyó, los lapsos de visita eran menos frecuentes y las flores sin poder subir a las alturas no escuchaban los mensajes del sentir de la brisa, ni el viaje del viento, peor traducir el mensaje secreto que redactan las nubes en el infinito siempre. Cierta mañana sin fecha hubo mucho silencio; no se escucho el vuelo de los colibríes ni el ronroneo de las abejas. La flores estaban tristes solas y empalidecían, había tristeza y abandono. Por sus descoloridos pétalos resbalaba el rocío y temblaban sus hojas con inquietas preguntas al tiempo, que las devolvía el viento sin ninguna respuesta. Solo graficaban una ruta de polvo y remolinos que se perdían en el cielo. En realidad las flores desfallecían; esto preocupó a todo el entorno. Entonces en conversación: el sol, el agua y el viento vieron lo injusto del esfuerzo que hizo brotar las flores para que terminen de este modo. El viento decidió abrir un camino con dirección precisa hacia la nube más blanca, donde él conocía descansan los seres buenos y generosos. Era una nube no muy bien definida, apenas un copo de suave algodón. Sí, allí se encontraba el ave tutora ya inmaterial y que en forma de un ágil pensamiento de estímulo, confianza y optimismo llegaba a quien lo necesite. Velozmente el viento trazó el camino con las lágrimas del rocío que vertían las flores, el sol le dio colores con sus rayos e hizo del agua un delicado y húmedo vapor. Era una ruta visible para quien sabe amar. Se observa sus siete colores en verano y une fácilmente el amor y el esfuerzo, la realidad y el recuerdo. Los pupilos de ella: mariposas, gusanos, colibríes y abejas, concluyeron que el puente colorido sería el mágico lazo salvador para las desfallecidas flores, con apoyo de la fiel memoria de tiempos vividos tapizando distancias con recuerdos de lo escuchado y aprendido, en todos los conciertos del ave-tutora. La soledad y tristeza huyeron de las flores del jardín, ante los destellos del camino trazado. Sabían que iluminaría el sol, apoyaría el viento y en gotitas de lluvia se acercaría el agua vital sobre ellas. Suave y pausadamente se produjo la transformación: las marchitas flores encontraron en el tallo que les sostenía, tímidos cuerpitos de brotes de nuevas flores. Entonces no se perderían en el tiempo porque la naturaleza con todo su potencial, estaba respaldando en este renacer la prolongación de su vida y la permanencia de la belleza cromática de las flores, como renovación constante de sueños e ilusiones. Gitana del Viento
- EL MAR DE VIDA
Es conmovedor comprender que nuestra Tierra, está completamente sumergida en un hermoso mar de aire . Aire, espacio inmenso de múltiples colores, que varían en el transcurso del día, transmitiendo esperanza y valor. Es el Océano de gas que da y mantiene la vida que existe; límpido manto gris o celeste, lecho de nubes de diferentes formas y texturas como los tropiezos de la vida. Profundamente oscuro y misterioso, con adorno de estrellas y luces en las noches . Gracias a este inmenso mar de gas, nos nutrimos con el vivificante aire que respiramos. Es un espacio mágico en el que flotan seres alados de diferentes formas y tamaños, manejando vuelos en muchos recorridos como cada existencia. Comprendí lo sublime del vuelo, cuando observe la trayectoria del vuelo del cóndor . Era un gran cóndor adulto imponente alto y de cuello blanco, caminaba de un lado a otro, en un amplio espacio de malla de alambre su “nido ” y hogar , pues era domesticado y cuidado por humanos. Se nos convocó a observar “el vuelo del cóndor”, nos reunimos en un hemiciclo con graderíos de piedra junto a una profunda quebrada. El día era soleado, con cielo azul con escasas nubes. Al abrir su jaula, el sentir de la libertad le hizo caminar erguido hacia fuera donde su cuidador. El que con la experiencia adquirida le motivó a volar, el ave se movió rápidamente hacia una de las rocas, al filo de la quebrada. Girando su cabeza miró el entorno alrededor suyo, contemplando con deleite su amplitud como oferta de futuro. Suavemente desplegó sus inmensas alas como un grande y artístico abanico y las sacudió varias veces, aventando el aire o quizá midiendo su resistencia. Su cabeza coronada por alta cresta ubicó las alturas, quizá le enamoró una nube de movimiento pausado o cumplía una aspiración . Con vigor se elevó cual mágica cometa a las alturas, ascendía con rapidez y desde ahí miraba todo con superioridad. Sus movimientos de planeación, transmitían arte y grandeza, su mirada buscaba las lejanías con sus sueños de libertad . Después de dar vueltas observándonos a todos los curiosos, había en su mirada: superioridad y compasión por las limitaciones humanas, ante el infinito. Luego exhibiendo poderío, emprendió un vuelo dinámico con artísticos aleteos buscando lo amplio y desconocido, porque se perdió en la lejanía. Sus cuidadores nos dijeron que suele volar a sitios desconocidos y a veces, se demoran días en sus recorridos. Siempre retorna al sitio que conoce y le ampara. Como hacen los humanos agradecidos al hogar de sus padres. Y en verdad tiempo después, desde la inimaginable distancia recorrida volando veloz y majestuosamente, volvió a su refugio. Había degustado el sabor de la libertad demostrando con orgullo, las limitaciones de quienes solo caminamos en la tierra. Gitana Del Viento
- SENTIMIENTOS
La sensibilidad humana se manifiesta al saludar a la vida, con el llanto de recién nacido y nace en cada vida para crecer en el tiempo. Durante el desarrollo y madurez personal, se van acumulando en cada uno lecciones y experiencias: que abren paso al conocimiento de nuestros semejantes, con sentimientos sinceros, compartiendo alegrías y tristezas, es archivo que se guarda y llena el espíritu en cada día. Así se siembra: La Amistad compañía grata que desconoce o disminuye la pena, identifica sueños, aspiraciones o defectos. Son las amistades que se hace con personas cercanas que ofrecen: una tranquilidad de vida, alegría y confianza, demostrando de esta manera el calor de una compañía segura. La inter relación entre personas en cualquier espacio, tiene un sustento de mutuo conocimiento y apreciación, afectos sinceros, que nos acercan como humanos y producen hechos significativos de paciencia, entendimiento y emprendimientos con futuro. El amar es un amplio mundo de sensaciones, que convierte al compañero/a en una existencia mutua entre ellos y se atesora en cada vida como en una sola, percibiendo siempre su cercanía con pensamientos parecidos y sueños mancomunados. Amor: evento de vida que cambia la apreciación de todo lo que nos rodea poniendo calidez, belleza y ensoñación en cada acto de la vida. Con su magia se aprende a valorar cariñosamente a las personas y a la naturaleza, encontrando su vivificante esencia y renovando sensibilidad en el contacto con ella, junto al ser querido. Amistad, paliativo oportuno para los escollos de cada recorrido existencial, pues tiene sentimientos de hermandad y verdad, que son apoyo hermoso seguro y generoso para nuestra vida. Hay comprensión paciencia y comunicación fluida, que cumple con ser la imagen real de una amistad, dispuesta siempre a acompañar y ayudar a su amigo. Comprensión y paciencia profundos sentimientos interiores sembrados en el corazón y que más que otros, son un acercamiento espiritual de seres humanos, con el toque maravilloso de transformar la tristeza en una obra de arte, el dolor en una experiencia necesaria, la soledad en un rincón de meditación para el encuentro consigo mismo. Las personas estamos dotadas de un cofre maravilloso de sentimientos profundos, que más de una ocasión no los descubrimos o definitivamente los ignoramos. De esta manera trazamos así una vida tranquila, pero sin el aliciente impostergable del optimismo y gozo de disfrutar de emociones y afectos que dan una coloración artística a cada existencia individual. Gitana del Viento
- AMANECER DE PROMESAS
Luego de una noche tranquila, al despertar comprobé con alegría, que la claridad diurna hizo huir a la noche oscura; el amanecer con su cálida luminosidad ofrecía el recorrido de un nuevo día, con su aporte definido de tiempo establecido, que con la soleada mañana añadió calor y promesas optimistas, con el bullicioso canto de las aves. Vi extasiada, la vitalidad en los colores de las flores y sus promesas cromáticas como mensajes de respaldo y apoyo a la existencia, pero también la callada despedida de las flores marchitas y desteñidas, entregando su lección profunda para el vivir: todo tiene un tiempo finito inalterable, no lo desperdicies. Contemplé con admiración y respeto, el recorrido de una vida difícil y azarosa, plasmada en los troncos retorcidos y alejados del suelo de árboles envejecidos. Todos tenían escrito en cada hendidura y coloración, el transcurso de una vida de superación y esfuerzo, de lucha y paz; desde luego cargado con la huella del peso de los años, grabados artísticamente en la indescriptible y bella figura arbórea. En detalle, imaginé el gráfico de su existencia plasmada en las múltiples arrugas de tronco y ramas, aprendí con ellas lo profundo del amor a la vida con base en esfuerzo y sacrificio. No escapó a mis ojos, el corte humano de varias de sus ramas; sin embargo, el árbol siempre de pie y erguido; mirando desde arriba el transcurrir de cada día, sintiendo las variaciones del clima. Presentando al sol y el viento su imponente gran figura de apoyo y respaldo a la vida, con una inolvidable presencia entre la vegetación que le rodeaba. Asistí al coqueteo de los rayos del sol: entre la luz y la sombra, en el brillo entre las ramas y hojas de las variadas plantas. La insistencia de ellos por iluminarlas, con la movilidad de las plantitas, esquivándoles. Seguí visualmente, emocionada los viajes de las inquietas mariposas matizando el paisaje con colores luminosos y ágiles movimientos de recorridos diferentes; era una oferta de senderos variados para cada existencia en la belleza de la naturaleza. Fue un día como todos en el tiempo, momentáneamente las nubes oscurecieron al sol, pero el viento activo las dispersó; recuperando calor y brillo con la enseñanza de cuanto aporta la constancia, para hacer los cambios oportunos. Era un tiempo normal como los que pasan o llegan, la naturaleza no tiene horario, ni prisa; para seguir enseñando día a día, el proceso personal de cumplir honestamente con una vida útil. Gitana del viento