LECTURAS

Hay un camino de recorrido obligatorio dinámico, que se construye no con cemento ni asfalto: no tiene veredas, cercas, vegetación o edificios, es un sendero que se camina en relación con la secuencia del transcurrir del tiempo: es la ruta de la vida en la que se ingresa al nacer y se lo completa y perfecciona viviendo. Desafiante tarea que debe asumir el ser humano y todo ser vivo. Existen tantos caminos y recorridos como seres humanos, cada persona traza un sendero particular enriquecido con aportes individuales que forman avenidas amplias o estrechos chaquiñanes: accesibles o escabrosos; alegres o tristes, de éxito o fracaso. Somos protagonistas directos de cada sendero en construcción vital. Nosotros indiscriminadamente todos somos artífices innegables de la vida que se estructura, porque se nace dotados desde el inicio de la vida con cualidades únicas e irrepetibles, que habilitan y capacitan para la noble misión de dejar huella en cada trayectoria trazada, por esta responsabilidad todos Somos Importantes. Al ingresar al mundo vivo se asume una misión específica: optimizar cada fracción de vida que se dispone durante el paréntesis del tiempo ofertado, es deber el esforzarse personalmente en todas y cada una de las actividades que se tienen procurando lo mejor y oportuno para disfrutarla y además mejorarla cotidianamente. Esta es una ardua tarea existencial que se cumple ineludiblemente para materializarla y avanzar, empleando con entereza la riqueza interior que se posee y el conocimiento aprendido, haciendo uso apropiado de la libertad inherente al ser humano. Estamos totalmente equipados para cumplirla con decencia. Toda la humanidad es corresponsable de un vivir digno y placentero; en el desarrollo de niños a jóvenes y luego adultos. Se enfrentarán paulatinamente mayores desafíos y más exigencias por el avance que debe seguir esta ruta, por los adelantos científicos y tecnológicos veloces que ocurren y cambian rápidamente con mayores exigencias individuales. En verdad toda persona debe tener un equipaje de esfuerzo, entrega, dedicación y cariño para caminar erguido y satisfecho con cada existencia, siempre se requiere la dinámica y capacidad de cada uno y del grupo unido para lograr y superar desafíos, desde luego entonces hay una certeza: TÚ ERES IMPORTANTE porque estás destinado a cambiar para bien el destino de tu vida y también del mundo. Gitana del Viento

Las personas en general y la mayoría de los seres humanos, tenemos la convicción de ser dueños del tiempo y de todo lo que hay en la Tierra; se planifican las actividades dando por descontado que siempre es posible hacerlo: mañana. Con esta certeza se consume lo que producen las siembras, las minas, el mar y la naturaleza misma, sin pensar en su cuidado, desgaste y merecida pero necesaria recuperación de su integridad en el presente. Con ideas de enfoque egoísta e individual, pensando sólo en el consumo y satisfacción de necesidades las ejecuciones son reales, concretas y descuidadas, todas las aspiraciones factibles son estrellas que brillan intermitentemente para cada uno, siempre se piensa alcanzar y realizarlas en el futuro “después, otro día, próximamente, más tarde, luego” Al concienciar que el único tiempo efectivo y verdadero que se dispone es hoy, entonces cada vida va a tomar un sentido real en la trayectoria actual. Se iniciarán trabajos a tiempo, habrá cumplimiento para realizar proyectos y su materialización oportuna. HOY ES EL DIA APROPIADO para cumplir como es debido con lo necesario y concreto, debe ser lema permanente de todas las acciones. Sí, hoy es el día de buscar los sentimientos sinceros y profundos tanto en mí como en mis semejantes alejando así las apreciaciones superficiales o equivocadas, para poder encontrar verdaderos compañeros y amigos. Hoy es el día en que me esforzaré por descubrir amor y paciencia en la mirada de quienes me rodean para comprender y valorar a cada uno. Entonces renacerá la confianza en la humanidad, así realizaré mejor en las labores que me correspondan. Hoy es el día en que se superarán temores, dificultades que me impiden triunfar, dedicando en verdad el tiempo preciso y adecuado para corregir errores y alcanzar éxitos. Se podrá entonces transitar pausada y confiadamente en los caminos de felicidad y armonía que ofrece la vida. Hoy es el día en que brindaré apoyo y comprensión sin reserva a quien solicite, quizá sea la única oportunidad de ser útil y afectuoso. Es el momento para escuchar con paciencia a quien busca respaldo e inauguraré la tolerancia para la realidad de las limitaciones humanas. Hoy es el día en que distribuiré optimismo y entusiasmo entre compañeros, familiares y conocidos, transformaré todas mis obligaciones cotidianas en éxitos que embellecerán las 24 horas que me pertenecen. Hoy, es el día en que voy a escribir con propósito responsable la trayectoria digna de mi vida, porque cumpliré apropiadamente con todas las normas que se requieran. En fin, hoy es el día en que honraré el privilegio de estar vivo alegremente, con gratitud y fe porque este hoy bien puede ser mi única oportunidad. Gitana del Viento

Dedicar tiempo para compenetrarse con la Naturaleza, es hacer un admirable recorrido de comprensión y aprendizaje de la perfección de todos y cada uno de sus componentes y eventos que ocurren. Permanentemente estoy atenta a lo que me rodea y de ello nacen experiencias y aprendizajes muy bellos, las considero lecciones de vida. Todas las personas tenemos tendencia a “humanizar” las observaciones tanto de animales como de plantas, con criterio de similitud con nuestro obrar y sentir. Una experiencia excepcional en la que se demuestra lo expresado lo viví yo misma. Al interpretar románticamente el acercamiento de “dos” colibríes, amorosamente unidos y compartiendo esfuerzos en la construcción de “su nido” de amor. En un alto, frondoso y añoso árbol ocurrió un hermoso idilio entre dos aves muy pequeñas y coloridas, eran dos colibríes, aves de patitas débiles y cortas, con colas de diferentes formas adornadas de colores verde azulados iridiscentes. Pico negro y delgado, sus cuerpos pequeños adornados de plumajes verdes, azul o gris claro, hay los que tiene partes rojizas. Los machos tienen manchas violeta-azulado hacia atrás y abajo del ojo plumas que se levantan con la excitación. Las hembras similares a la luminosidad de los machos son más pequeñas, tienen coloración cerca del oído y garganta. Realmente nunca distinguí visualmente lo anotado para cada uno. Eran aves agitadas en hacer su casita, era guía de unión y afecto según mis emociones personales. En no sé en cuantos días se veían vuelos veloces hacia un recodo del gran árbol siempre llevando en el pico ramas delgaditas. Sus nidos tienen forma de copa recubiertos con ramas, plumas que se amoldan por aplastamiento y lengüeteo en su estructura. Ponen dos huevos usualmente blancos. Su alimento es el néctar de las flores. Estas avecillas al incubar son territoriales contra otras aves también de su propia especie, muchos mueren en el primer año de vida de incubación y abandonan el nido. Se los encuentra en climas templados y tropicales, también en desiertos, costas y montañas. Buscan para sus crías calidez, pero sobreviven también en temperaturas de páramos, hacen viajes migratorios, ágil y velozmente con 200 a 300 aleteos/s son polinizadoras valiosas de flores, identifican el dulzor con su pico tubular. Admiré estas aves en lo más alto del árbol cuando ubiqué su obra mientras revoloteaban construyendo su nido en uno de los ángulos de las ramas del árbol, entraban y salían del sitio, seleccionado o acomodando el interior, hacían ruidos audibles durante su trabajo. Creí que era la pareja trabajando, supe después que era sólo la colorida y veloz hembra tejiendo su ilusión “hogareña” yo creé un idilio ideal de lo observado, hasta descubrir lo anotado. Pasó el tiempo y en el nido con el tiempo descubrí dos huevitos reposando en un rincón del nido, más de una vez estaba presente y recostada la avecita hembra. Una mañana hubo más alboroto y exigencias provocada por los pichoncitos. Con frecuentes viajes de ida y vuelta su madre atendía a los pequeños. Son aves rápidas e incansables, su corazón late hasta 1260 veces por minuto. Disfruté segura que eran los dos padres atendiendo el nido con demostración de familia estable, no, era solo la hembra trabajando en él. Los machos no son monógamos, luego de aparearse se separan de la hembra. Una mañana escuché un alboroto agudo yo diría “gritos” constantes en el gran árbol, entre las ramas estaba solitaria la colibrí dando las vueltas en el nido: estaba vacío, habían desaparecido sus tesoros. Ella estaba a solas y desesperada sin respuestas a lo ocurrido. Permaneció un tiempo “llorando” y levantó el vuelo hacia el distante azul del cielo. Entiendo que los mirlos especialmente son los autores de este proceso adicional de la existencia. Los colibríes simbolizan alegría sentimental y estética, curación y promesas para el entorno, son siempre mensajeros positivos de alegría, confianza. Hay la creencia de que ellos son portadores de la presencia de los seres queridos que partieron. Gitana del Viento

Al mirar la infinidad del firmamento adornado bella en imponentemente con la grandeza y brillo de pureza en los nevados, se siente en cada interior el anhelo de ascender hasta su blancura para sentir el logro de una meta y el estímulo positivo del esfuerzo y constancia. Obligatoriamente para tratar de alcanzar la cumbre, se debe caminar sobre tierra y arenales formados inicialmente por colisión y fusión de pequeños fragmentos rocosos, que permiten caminar con avances y retrocesos, en medio de vientos helados y fuertes. Pero al mirar de cerca la perfección nívea de la precipitación de pequeños cristales de hielo conformando los delicados copos de nieve, como inmenso manto montañero delineando artísticamente su imponente figura, uno se encoge y calla. Su blancura luminosa decorada por sombras y claridades solares de acuerdo con el terreno o poder escuchar un quejido por rozamiento de los glaciares (90% de agua dulce, que mantienen el equilibrio del clima) originado por acumulación de nieve que no se evapora ni funde. Acercarse a la belleza nevada convoca a un encuentro emocional e indescriptible que atrapa suavemente a quien ama el montañismo. Silenciosamente: seduce y conquista el corazón de las personas creando ensoñaciones y anhelos en el alma. Hace muchos años presencié la magia de las nieves perpetuas y el nacimiento de sentimientos diferentes, que cambiaron la vida de una joven delicada, delgada y soñadora que se enamoró de uno de los hermanos Ilinizas (Norte y Sur). Su contacto con los nevados, fueron pausados y medidos ya que cada ascenso fue conquistando su mente: pensaba y escribía la sensación del acercamiento solitario y frío a su grandeza. La joven manifestó en su carácter el cambio y apreciación de lo material a lo intangible, cuando se sentía viva en sus alturas y fue captando el amoroso calor de afecto y compañía entre las nieves. Callada y sinceramente sus vivencias crearon fuertes lazos de interdependencia emotiva y aceptó feliz el compromiso que emergió de la nevada pureza. Una mañana de un enero ya muy lejano, madrugó antes que el sol saliera, con alegría se vistió con la gala de botas fuertes pantalones abrigados y colocó como azahares en su cabello, un gorro abrigado en su cabeza. Se despidió alegre e ilusionadamente, hacia el ascenso al lliniza Norte, pausada, tranquilamente recorrió la rojiza tierra, superando rocas grandes y pequeñas con pasos vacilantes y corazón agitado. Miraba emocionada las alturas con la ilusión de descubrir las pinceladas blancas de la nieve en los más elevado de su amado. El tiempo no se detuvo alcanzó la cumbre, temblaba de emoción y se separó del grupo montañista hacia el altar del compromiso. El nevado la recibió engalanado de un blanquísimo destello. La joven se acercó al espacio más amplio de la cumbre y flameó feliz nuestro estandarte. En amoroso silencio la montaña cumplió cariñoso el compromiso y demostrando su posesión amada: desprendió voluntariamente roca y nieve impulsando al vacío en unión eterna: rocas nieve y novia. Se cumplió así un compromiso de amor cultivado, disfrutado y profundamente deseado, largamente esperado por una soñadora joven que se fundió en la nieve. Gitana del Viento

En las tareas permanentes de cada día, se enfrentan con variadas experiencias, problemas y desafíos. Al margen de la atención, esfuerzo y accionar que se requiere hay un componente fundamental que asiste a todos: la actitud de recepción como de no aceptación ante lo que se presenta en la vida, está unida siempre a la autovaloración. En la autovaloración se mide con verdad la capacidad o inseguridad de realización o ejecución. Hay en el interior humano una fuente de energía y confianza positiva en sí mismo, que permite el análisis tranquilo de lo favorable o no. Es el Optimismo cualidad personal de sustraer de todo: lo mejor y apropiado con certeza de éxito. El optimismo presenta siempre predisposición a seguir adelante perseverando, buscando los puntos motivantes razonados favorablemente, esto impulsa y apoya contra la inseguridad o dudas. Encuentra: en los tropiezos lecciones y oportunidades de aprendizaje y superación. En el fracaso: impulsa a la voluntad en la necesidad de mayores conocimientos y dedicación. En definitiva, es una guía de superación como persona útil a la sociedad y satisfecha consigo misma. Ser optimista es la llave ideal para conocerse mejor tanto en experiencia, conocimientos y sentimientos, decididamente es la apropiada ruta para estar satisfecho como ser humano vital. En las emociones y sensaciones como persona, es guía inequívoca hacia la comprensión y respeto de los semejantes que siembra amor, amistad, cariño y paz existencial. El optimismo origina y fortalece los sentimientos sinceros y verdaderos, puntales básicos de la dicha humana, mentalmente se está eligiendo la parte positiva de todo evento y eso trae luz interior que ilumina cada recorrido o actividad que se realice. Ser optimista es trazar una ruta de alegría, confianza y fe para sí mismo, para quienes se ama, para todos los que nos rodean. Con optimismo el fracaso es puerta de superación y constancia, la enfermedad es oportunidad de un encuentro consigo mismo, la soledad es un diálogo sincero con el yo oculto. Con optimismo el éxito es un escalón más alto en el proceso de superación, en la soledad es el acercamiento personal con el ayer en relación con el hoy. En la vejez es la valoración detallada de lo que hizo bien. En las despedidas es el nacimiento de la esperanza, confianza y paciencia. En la partida definitiva es el justo y merecido descanso de una vida motivada y motivante: ¡Debes se Optimista! Una de las cualidades que se adquiere y transmite es ser optimista, ya que es el portal más claro de la vida para alcanzar y estar satisfecho, con lo que se hizo en el mínimo paréntesis que nos ofreció la eternidad. Gitana del Viento

La energía luminosa que nos provee la naturaleza percibe y disfruta la vista, es una radiación visible del espectro electromagnético. El rayo de luz se propaga en línea recta tiene dirección y sentido es una línea sin grosor, da forma a las siluetas por el contrate luz-sombra y penumbra; permite ver detalles de los objetos materiales. Como luz blanca, es la armónica fusión de todos los colores del arco iris que adorna la inmensidad del infinito como un mensaje universal de fe, esperanza y sueños posibles. En su recorrido la luz tiene cualidades que influyen en la percepción que se tiene de la materia al reflejarse en superficies en que lo reflejen (espejos) o cambiar de dirección (refracción) cuando pasa de un medio a otro en su trayectoria. Dependiendo del objeto material la luz puede permitir si es transparente se vean las imágenes claramente a través de él (vidrio). Si es opaco no la atraviesa (metal, madera). Si es translúcido difunde la imagen sin definición concreta (vidrio esmerilado). El comportamiento de claridad en el rayo de luz es lección y guía factible para la vida humana, palpita con energía en personas específicas particularmente dedicadas, que cumplen a cabalidad el derecho a ser rayo de luz aplicando su inalterable comportamiento. Conocí este símil en la vida real desde su inicio, con el nacimiento de una niña que trajo brillo de armonía a su hogar, alguien que al crecer se hizo una joven hermosa y delicada, demostrando las cualidades características luminosas del brillo del rayo de luz: reparte y difunde claridad con visualización del ámbito en el que se desenvuelve entre los que la conocen o rodean. Su percepción existencial es como la propagación de la luz: recta en su accionar, con sentido para orientar sus sentimientos fundamentados en la verdad, equilibra los contrastes del carácter humano generando paciencia, comprensión y amistad, dando luz y penumbra a todos. Permite ver los detalles de lo que existe en la vida y las maravillas de naturaleza. Su carácter es como la luz blanca que entrega la profusión de colores del arco iris que brindan alegría, comprensión y confianza en el lugar que se encuentra, desde luego en similitud con su gama de colores proclama y comparte sueños, aspiraciones factibles con la belleza de su artística coloración que motivan los variados pasos para alcanzar un objetivo, que al ser logrados son un escalón adicional hacia un horizonte más lejano, dando cualidades visibles a diferentes sueños y actividades motivantes de apego a la vida. Su recorrido es dinámico por su constante actividad en el desarrollo de la vida, muy similar a la inmensa e inalcanzable velocidad de la luz, porque es permanente y constante en su quehacer creando en mente y corazón objetivos con metas superiores, porque al ritmo existencial que se autoimpone las alcanza en el tiempo oportuno. Más de una vez para estimular a sus amigos es como la luz reflejante que guía a descubrir la imagen propia con orientación a la búsqueda de la una vida completa y apropiada. Ante tropiezos o errores es como la refracción luminosa, cambia de tarea como la luz al cambiar de medio (aire-agua). La Sabia Naturaleza con procesos y múltiples fenómenos enseña a través de un rayo de luz, la trayectoria humana acertada con solo comprender e interpretar en cada existencia cotidiana, la posibilidad de distinguirse, brillar, guiar y enseñar con su recto recorrido con el que insta a la reflexión humana a orientar responsablemente cada existencia. Gitana del Viento

Con el tiempo la vida se va desenrollando cotidianamente del gran paquete de la vida en el tiempo de cada existencia, ofrece y presenta: experiencias variadas acordes con el acumulado de años; actividades, encuentros y desencuentros, éxitos y fracasos, tristezas y alegrías, madurez y envejecimiento humano, sobre todo. Cada etapa transitada es sentida y no valorada acorde con el compás del reloj, deja huellas de enseñanza en lecciones aprendidas, vividas con diferentes actitudes y son recuerdos en el presente. En el presente, todo van tornándose poco a poco: en un sentir de ausencia y vacío existencial. Al concienciar la oportunidad de haber tenido vida, recordar lo bien hecho en su recorrido o acariciar gratos y generosos recuerdos, pone una semilla fresca en el espíritu y eventualmente impulsa una sentida e ideal ilusión o generosa fantasía en cada mente. Pero: ¿Qué es una ilusión? Una esperanza o sueño con los ojos abiertos y el corazón palpitante aún, un horizonte colorido a pesar de las lluvias, una fantasía seguramente inalcanzable, es la automedicación para sanar el aislado vacío espiritual. De todas maneras, a pesar de lo caminado, en sí mismo titila tímidamente una tenue luz que ilumina anhelos y se empieza a fantasear, temer o imaginar el cumplimiento de la nacida y pálida ilusión. Se imagina y procura utilizar la balanza de los pros y los contras, lo positivo y negativo, lo real y lo ficticio. Siempre al amparo de inseguridad, temor y dudas por lo que es desconocido. Surgen preguntas sin sentido carentes de respuestas o supuestos distantes, sueños sin estar dormidos, insomnios intermitentes o pesadillas de miedos y necesidad de liberarse, terminar o sepultar la creada ensoñación. Más al percibir el penetrante frío de la soledad con lejanía de afectos, la necesidad de amistad e interrelación de consuelo apoyo o compañía, empieza a filtrarse un rayo de luz de posibilidades imaginarias e inexistentes con dudas del resultado que se obtendría, incertidumbre de la actitud que se asumiría con inseguridad existencial. La ilusión es apoyo mental de las personas aisladas, sueño inalcanzable en la soledad y extensión o alargamiento simulado del tiempo vital, renacer ficticio de lo que se perdió en la ruta caminada con aciertos y desaciertos de vida. Tal vez sueño de compensación inútil de lo que ya pasó y no retornará. Ventajosamente como auto terapia de supervivencia, puede nacer, crecer y vivir en cada interior una ilusión no manejable apropiadamente por ser fantasía, brotada quizá en la realidad que nos prestó la vida. Esperanzas con supuestos imaginarios que brindan sin pedir, tibieza o energía de apoyo, en el resto del recorrido existencial que aún se confía que va a llegar. Gitana del Viento

El orden de la Naturaleza es perfecto en armonía y desenvolvimiento. En su sentido vivencial hay organización lógica e infalible tanto en flora como en fauna. En ellos hay vida para todos, con presentación y actividades características propias. Hay seres vivos incomprendidos y no valorados por el humano en el reino vegetal como en el animal. Tengo atención especial en las plantas porque a pesar de su vida sin traslación ni sonido, se interrelacionan sin ser comprendidas o cuidadas. El contacto real con ellas provoca admiración. Un ejemplo bello de su manifestación en la sensibilidad (cualidad de sentir y reaccionar) que existe en las plantas. En el Oriente Ecuatoriano, campo abierto en bosques primarios hay plantas sensitivas que tienen movimientos visibles/leves también rápidos, con reacción a la luz o al rozamiento se mueven o pliegan sus hojas al tocarlas. En la noche tienen sus hojas cerradas y con la luz del día abren su belleza. El movimiento se llama nictinastias, por cambios en las células de la base del pecíolo por extensiones pulvínulo que unen tallo y hoja, en plantas como: mimosa púdica, vergonzosa, el fototropismo de los girasoles. En pueblos indígenas las plantas sensitivas se considera que encarnan espíritus y tienen vida espiritual propia. La planta usada por tradición medicinal y curativa de otros males es la Ruda(ruda graveolens), cuyo aceite esencial puede aliviar dolores de artrosis, se cree que posee atributos mágicos. La Ruda es arbusto no muy alto de tallo leñoso redondo, ramas con múltiples hojas de color verde azulado, grisáceo o blanquecino. Desprende un olor acre y amargo si se las frota o corta. Usada tradicionalmente por quienes conocen su manejo como planta curativa, es fuertemente tóxica según usos y dosis. Tiene pequeñas flores amarillas de 4 y 5 pétalos su fruto lobulado tiene las semillas, es planta introducida por ser nativa del sur de Europa. Crece sobre todo en sitios secos con sombra. De la Ruda guardo un recuerdo inolvidable. Previamente: cuando se tenía esta planta en casa de nuestros ancestros, no se dejaba que la toquen o corte nadie que no fuera su dueña/o porque se resentía y marchitaba. Mi esposo trajo con mucho cuidado y con su propia tierra la ruda a Quito, la sembró a la derecha de la puerta de entrada a la casa le dedicó cuidado y atención, creció muy bien y floreció bellamente. Pasaron años y la ruda siguió demostrando vida en el color de sus hojas grisáceas y gratitud en sus floraciones amarillas, si la tocaban desprendía su olor característico como protesta, sentía que su dueño era Mario estaba tranquila y bella. No creció en tamaño ni en ramificación sino en belleza dentro del espacio que ocupaba. Casi súbitamente, falleció mi esposo y su separación afectó muchísimo a la familia y conocidos, fue una dura experiencia para todos. El tiempo ni la vida se detienen en su recorrido, continuamos con las actividades de cada uno. Al medio día cuando regresé a casa encontré a la ruda totalmente marchita y descolorida, las ramas caídas sobre su tronco como los brazos del desaliento humano, aspecto lamentable de marchitez soledad y pena. Había pasado un día de la partida. Acercándome a ella reconocí nuestro duelo: había quedado sin su padre yo sin mi compañero de ruta. Al aproximarme a ella susurré mentalmente mi aislamiento y vacío interior. Ofrecí con cariño y convicción de permanecer juntas, yo para cuidar, protegerle mientras estemos unidas, ella para acompañarme y alegrar la entrada a casa. Cumplidamente la regaba y riego aún con paciencia y medida. Tiempo después, volvió pausada y artísticamente a cubrirse de tiernas hojas verde azuladas en solidaridad con la continuidad del vivir y luego con varios ramilletes amarillos de sus flores, expresando comprensión, gratitud y reconocimiento. Gitana del Viento

En mi ya bastante lejana infancia, tuve una lección de vida que estoy convencida fue el botón que impulsó mis sentimientos y admiración hacia la Naturaleza, que amo y aprendo de ella todo el tiempo. Fui una niña pequeña y delgada al parecer débil de salud. En ese tiempo curar o tratar cualquier enfermedad o lesión eran atendidas en casa: té de hierbas, limpia con hojas de ciertas plantas, vendajes con hojas engrasadas para golpes y contusiones y otras muchas recetas compartidas de boca en boca. Alguien le aseguró a mi mamá que era “milagroso” comer carne de pichón de mirlo para reponerse y ser saludable. Un día de mercado, ella trajo recostado entre las verduras un tierno pajarito cubierto de frágiles plumones gris negruzco, no levantó cabeza y permaneció dormido. Estaba vivo y abría esporádicamente sus redondos ojitos negros. Pedí que me permitan cogerlo y trate de abrigarlo entre mis manos, poniendo con soplos suaves mi aliento sobre él. Se acomodó en el nido de dedos que le brindé. Para alimentarlo acerqué un trocito de banano a su pico y abrió e instintivamente tragó apenas una fracción. Fue suficiente para hacerme cargo del pajarito, cuidarle alimentarle y abrigarle con telas usadas puestas en una vieja jaula. Lentamente se adaptó y aprendió a pedir su comida abriendo el pico amarillo cuando me acercaba a su prisión. Creció y empecé a llevarle dentro del departamento dejándole libre de trecho en trecho que él caminaba. Inteligentemente empezó a seguirme por donde yo andaba. En verdad dejó de ser ave prisionera sino compañera de vida. Cuando la familia se sentaba a la mesa: Pepito unía sus alas sobre su cabeza y caminaba despacio esperando lo suyo; la jaula abierta en el patio pasó a ser su dormitorio en las noches. No se le cortó las plumas porque era ave libre y querida, no volaba, caminaba en el departamento. Un atardecer de bellos colores anaranjados y rojizos salpicado de tenues nubecillas blancas Pepito miraba al cielo tal vez con nostalgia y recuerdos. Quizá con sueños de auténtica libertad emprendió un vuelo rápido por encima del tejado y alcanzó emocionado el infinito de ser libre. Se perdió en el cielo mientras yo lo llamaba a gritos ahogados por lágrimas. ¡Pepito regresa! El silencio de la noche oscura no secó mi llanto seguí murmurado Pepito. Terminó la tarde y llegó la noche yo estaba sola. Entonces ocurrió el milagro: por la única ventana abierta de la cocina que estaba con luz, regresó volando junto a su familia a dormir en su casa, todo estaba oscuro. Cuánto fue su cariño para renunciar a la libertad del infinito, tantos gratos recuerdos archivados en su cabecita para no olvidar que era hijo. El tiempo pasó sin parar y Pepito era ya el conocido mirlo negro de buen tamaño y textura, con unos bellos y redondos ojos oscuros delineados de amarillo. Nunca se cerró su jaula que estaba afuera, gorjeaba en las mañanas para entrar y pasear. Una mañana hubo silencio total, yo sabía que debía irse siguiendo el compás de su vida. El cuadro que presencié al ir a buscarle fue aterrador y muy triste: aparecieron plumas dispersas en el patio, fragmentos de su cuerpo ensangrentado en diferentes sitios. Había sido presa del perro cazador de nuestro vecino. Sentí su pérdida y vacío en el fondo de mi alma. Con una lección auténtica para aplicar: no se debe “humanizar” a ningún animal que contactemos. Gitana del Viento

Los sentimientos y afectos humanos son profundos, variables, callados, evidentes; con demostraciones visibles o silenciosas que se transmiten dentro del entorno humano que se vive. Se disfrutan y aceptan al sentirlos: corresponder, agradecer o sencillamente recibir e intercambiar sinceramente. Valorando interiormente el cálido mensaje emocional por la estimulante interrelación entre personas. Existe una bella proyección del palpitar humano hacia animales queridos o plantas preferidas. Esta sensación de cariño o comprensión entre personas y naturaleza es una bella lección luminosa de vida que amplía sensibilidades y emociones de acercamiento, entendimiento e identificación entre todos los seres vivos que poblamos el planeta. Una experiencia de la unidad vivencial sin distinción alguna ocurrió hace poco tiempo entre una bella y frágil niña y un hermoso caballo llamado Califa en el que aprendió a montar. Desde el primer momento hubo entrega y comprensión entre estos dos amigos. El, un hermoso animal grande de color oro quemado ojos expresivos y atentos. El contacto inicial en la primera lección estableció entre la niña y el animal, una relación de amistad y paciencia mutua de adaptación que en el transcurso del tiempo fue tornándose hermandad de afecto, paciencia y entendimiento. El contemplar a estos dos seres vivos en armonía de movimiento, recorrer la calidez de los verdes caminos y llanuras inauguró la unidad familiar y artística de los dos seres dinámicos, activos, alegres e integrados en un solo cuadro artístico de interrelación de vida. Era el nacimiento de convivencia amorosa e ideal, dos existencias al unísono con dinámica y alegría disfrutando de la naturaleza. Con el paso del tiempo el verlos juntos a paso lento o trote, era una pintura de arte emocional y unidad vital en acción. Ocurrió que otra persona se aficionó del bello animal y decidió comprarlo para sus hijos, indicando que necesitaba ese apoyo de acercamiento, para comprender y disfrutar de la unión familiar con paciencia y cariño. Se hizo la transacción. Establecido el día de la separación: la niña muy triste y callada se acercó a Califa, le acarició con dulzura y unió su cabeza con la gran cabeza del noble animal, el parecía tener un serio y expresivo brillo de afecto en su mirada y ella la tristeza en todo su ser nublado por sus lágrimas. No pudo retenerlo por mucho tiempo porque llegó el nuevo dueño y con paciencia, esperó que se despidan y se lo llevo agradecido. Tanto la niña como el caballo unieron sus corazones: ella con la tristeza del vacío que se abría en su interior por su partida y él transmitiendo con sus grandes ojos: afecto, resignación y lejanía. Sin poder expresar sus sentimientos pausadamente Califa bajó la cabeza a la estatura de su amiga y se unieron dos cariños, en un solo espacio que fundía el brillo del pelaje dorado oscuro humedecido con lágrimas de ternura y desolación que brotaban de los ojos de la niña. Un momento emotivo, bello triste e inolvidable. Sí, los sentimientos y emociones están en todo ser vivo, sólo hay que acercarse valorar y comprender para ampliar la gama de bellas lecciones que guarda para todos la Sabia Naturaleza. Gitana del Viento

Junto con el nacimiento cada ser humano recibe un capital no cuantificado por lo valioso y significativo que es, no hay necesidad de bancos, financieras, ni administradores económicos. Se encuentra acumulado en lo más profundo de cada persona confiando y esperando ser empleado sabiamente en el tiempo por venir; sencilla y calladamente está en cada responsabilidad desde siempre, adjudicado al tiempo de vida personal. Es el saludo y bienvenida de la Vida para la humanidad. Al iniciar el recorrido que ofrece la existencia, comienza el gasto de este preciado capital en la primera infancia con los juegos infantiles, creando identificación y conocimientos materiales y emocionales guiado por padres, hermanos, parientes. En las etapas de crecimiento y maduración tomando lecciones con profesores o tutores invirtiendo personalmente atención e interés en el aprendizaje y superación básica de cada uno procurando buenos resultados de formación humana básica, conciencia y aprecio a la vida. Es obligatorio como dueño y guía del camino vivido, valorar cómo se está utilizando el capital y desde luego cuánto está gastando de la cuenta original de la Herencia. Lo increíble es que al envejecer en años y ser consciente de cada existencia, el gasto continúa y se sigue sin valorar ignorando la calidad del consumo que disminuye el capital entregado en minutos, horas, días, años que se consumen pausadamente desde el ingreso al mundo. Se hacen trayectorias emocionantes, novedosas, arriesgadas; alegres o tristes según cada carácter despreocupadamente se sigue avanzando en edad y gastando tiempo. Con algo de responsabilidad y conciencia se hace esfuerzos de superación, la inversión del capital toma sentido: se continúa aprendiendo, superando metas, descubriendo caminos; haciendo un empleo “rentable” de cada capital, porque se gana experiencia, conocimiento, superación, maduración emocional, intelectual y sentimental. Lo lógico e inteligente para cada uno es dar valor al paso del tiempo y su empleo; lo sabio de la madurez es distribuir consciente y ordenadamente la disposición, reparto de aprendizajes y aplicaciones. Utilizar todas y cada una de las actividades que apoyan la existencia digna y fructífera de manera que el fondo de la herencia recibida rinda y proporcione satisfacciones y alegrías que bajan los intereses de cobro. La herencia tiene capital limitado que se agota simultáneamente con la vida y se consume en forma irreversible, sin posibilidad de recuperación o “salvataje” bancario. Tomemos en cuenta seriamente: ¿Cómo estamos administrando nuestro tiempo? Es instante de reflexión el segundo que transcurre no vuelve jamás y el capital que se heredó se agota. Gitana del Viento

Se escucha con frecuencia la palabra identidad en variadas conversaciones y a fuerza de oírla en forma repetitiva significa poco o nada, no transmite ni destaca contenido alguno para las personas en general para los jóvenes y niños en particular. Se sabe sin valorar que la naturaleza humana es única e irrepetible y no se cuida esta cualidad específica de todas las personas, que tiene características propias e individuales conforman cada identidad particular entre los humanos. Esta consideración y realidad, debería estimular para apreciar personalmente la búsqueda de superación y mejoramiento permanente de cada persona para alcanzar calidad, seguridad y certeza que concuerde con cada individualidad, brindando autonomía y capacidad de destacar en toda actividad que se le encomiende. Lo especial y hermoso es que pertenecemos al mundo, dentro de un pequeño espacio de tierra ubicado en la mitad del mundo; dotado de muchísimos y bellos entornos únicos de variados espacios de naturaleza múltiple y generosa con producción agrícola, minera y petrolera, le hacen único en la faz terrestre es: Nuestra Patria llamada ECUADOR. Al nacer aquí como fruto del Ecuador somos “ecuatorianos” así nos identifican en todas partes, debemos sentir pertenencia y orgullo de nuestro terruño que es propio para todos y cada uno. Estamos comprometidos a honrar y luchar por tener esta identidad para engrandecerle cada día con aportes de preparación y aprendizajes personales y propios, aplicando en cada etapa con responsabilidad experiencias útiles y conocimientos innovadores, trabajando honesta y oportunamente desde cada espacio de vida para sembrar Conciencia Patria en las nuevas generaciones. Es decir, con avance personal dando brillo a cada identidad sentir y vivir la ecuatorianidad, que hará de cada persona un obrero positivo y útil en la construcción y progreso del País. Es una forma de agradecer a la vida por las bondades con que se dotó a nuestra Tierra en todos los aspectos cuya identidad es particular y exige aportes permanentes de progreso y avances científico-tecnológicos, para cuidar y atenderla es un muy especial rincón del planeta y de nuestro corazón. Sí, la identidad es innegable raíz profunda que nos afirma como seres humanos en un sitio determinado, nos da la oportunidad de desarrollarnos dentro de una bella y variada realidad de pertenencia, con el compromiso mental, espiritual y de acción por hacerla cada día mejor iniciando con su cuidado y respeto. Somos todos los ciudadanos parte importante del Ecuador, es obligatorio impulsar y mantener la autenticidad que nos distingue de todos los demás habitantes del planeta Tierra, esto debe generar certeza y orgullo e identidad en el corazón de cada ecuatoriano. Gitana del Viento