Cuando está declinando el día inexorablemente llega la noche; con estrellas titilantes, luminosa luna o nublado firmamento, siempre, siempre trayendo oscuridad y el final de una jornada ya vivida….
Cada visita de la noche con su pausado silencio y creciente oscuridad se asemeja al término de la vida, pues todos penetramos sin resistencia en sus desconocidos dominios y recorremos mundos diversos, extraños y coloridos; separándonos de la realidad e ignorando lo que nos rodea en un estado de reposo muy callado, el sueño.
Pero mientras se consume la noche y viajamos por lugares ignotos en los sueños, se aclara paulatinamente la oscuridad nocturna y el tiempo trae la claridad del nuevo día; con ella la luz de la vida conocida, nuevamente nos permite ver lo familiar. Es un despertar cotidiano a una fresca jornada con una innovadora oportunidad de vida; es volver a nacer con la luz matutina.
El sol ilumina y energiza el mundo, hace que las flores presenten sus mejores galas; y que los frutos se endulcen coloreen y maduren. Estimula el gorjeo de las aves y hace que todo el entorno se despierte con el bullicio y alegría de un nuevo nacimiento y opción con compromiso de vivir.
Cada amanecer es un nuevo y promisorio despertar, un llamado de acción, dinamismo y trabajo que debemos disfrutarlo con la mejor energía posible; hemos vuelto a nacer y hay mucho por hacer: en un paréntesis especial de vida, para cada uno.
Si nos detenemos por un instante: con la inquietud propia de lo que llega, para deleitar la mirada y sus emociones, con los sentimientos en la belleza y colorido del amanecer; descubriremos esperanzados que: en este día que lo estamos iniciando y viviendo, hay promesas de tareas factibles y logros esperados.
Todo ser vivo renace individualmente cada mañana, con la fortaleza de la claridad de un nuevo día, colorido de claridad y esperanzas: un día más y la oportunidad de actuar, realizar o innovar lo conocido, hay energía vital moviéndose interiormente, en cada uno esperando: ser empleada en algo significativo para cada uno, alguien o señal cercana, factible para ser cumplido con entrega y esperanza realizable, en lo que viene en el nuevo día.
Impulsemos los propósitos de superación, aprender más “en este día”, alcanzar esos sueños tan esperados, materializando nuestras aspiraciones, sobre todo: sentir la felicidad suficiente para transmitir a los que nos rodean; pues la claridad de hoy nos está brindado: la oportunidad de VOLVER A NACER en el presente.
Gitana del Viento
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