Las personas que poblamos la tierra, además de la presencia física con rasgos individuales de fortaleza o simpatía que caracterizan a cada uno, tienen un componente invisible pero determinante de actitudes y acciones que lo distinguen en otro nivel personal y definitivamente: los valores morales que son cualidades que adornan y destacan su quehacer permanentemente.
Los valores humanos son actitudes sembradas y cultivadas en familia y en aprendizajes o experiencias, tienen la virtud de trazar un camino de vida visible valiosa y única apreciada juzgada por los demás y debe considerarse seriamente, porque nacen y están en todos nosotros.
Es indispensable recordar y aplicar varios de ellos en el transcurso del tiempo, que se pueden emplear individual y cotidianamente en el trayecto de vida. Tiene referente personal y colectivo lo que le adjudica importancia de presencia y evolución.
Tratemos de recordar y validar algunos de ellos:
Honestidad o limpieza de acción con verdad e integridad para toda tarea o encomienda, con cumplimiento sincero oportuno y completo, apto para ser juzgado y evaluado exitosamente.
Veracidad o realidad palpable y completa, demuestra la pureza del trabajo y sus resultados puntuales, reales y efectivos.
Honradez capacidad de demostrar lo realizado dentro de lo planificado y valorado, con la calidad ofrecida y cumplida con humildad y bondad.
Amistad con características de respeto, aprecio y colaboración sincera para un bien común, acercamiento empático entre personas para complementarse y apoyarse en una misma finalidad.
Amor sentimiento universal que permite vivir y convivir con afecto y alegría, estimula siempre la superación y felicidad humana con base en comprensión, veracidad y paciencia.
Gratitud valor humano de reconocimiento auténtico, agradecimiento y humildad por la presencia o apoyo oportuno recibido o entregado.
Solidaridad es identificación humana y respaldo oportuno en necesidad o dolor de un semejante, deseo de hacer el bien con sinceridad y oportunamente.
Perdón sentimiento analítico grande y profundo, que tiene la cualidad de hacer crecer espiritualmente a los protagonistas de este valor, porque hay un acercamiento de sinceridad y aprecio interior mutuo, que da réditos de reconocimiento verdad y mejoramiento personal.
Son algunos de los valores que propician el perfeccionamiento de la persona en sí misma y en la interrelación colectiva con los demás e impulsa el crecimiento espiritual y mental como seres humanos completos llenos de salud y vida. Destinados a descubrir la Felicidad buscada e integral totalmente destinada para cada existencia sobre la tierra.
Gitana del Viento
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