Una mañana fresca y clara, vi el milagro del retorno de un gusano perdido en el despertar de una mariposa. Dentro de una hoja amarillenta y seca, como un paquete diferente pegado en la rama del árbol de naranjo, había al parecer un refugio redondeado dentro de ella. Era un tesoro de belleza y vida, a pesar de su triste apariencia exterior. Sorpresiva y lentamente se estiraron los hilos de seda que tenían cerrado al cofrecito, generando una puerta hacia la naturaleza visible; había vida en su interior.
Fue una lección magistral transmitida por la naturaleza: contemplar la húmeda y colorida joya guardada en el artístico refugio, que se evidenció al emerger con pausado movimiento del interior. Con esfuerzo propio como un ser vivo pequeño débil e indefenso esforzándose sólo, para entrar en una nueva etapa de vida. El gusano perdido estaba ahí y regresó transformado, ofertando a la naturaleza una palpitante y colorida flor con cadencioso movimiento propio. No desapareció del mundo, solamente cambió de vida pausadamente a una belleza adicional para el entorno natural: una mariposa.
Mientras la frágil mariposa superaba gradualmente el encierro cumplido, pensé un instante: todos los seres vivos trazamos un sendero en la existencia con transformaciones en el tiempo, se inicia con el desafío de cambios y variaciones, sigue la adaptación al entorno y el esfuerzo para ocupar un sitio en el planeta gradualmente con estudios, trabajo, familia….vida.
En el despertar de la mariposa se veían sus alas aún recogidas y débiles; temblorosas fuera de la vieja hoja. Eran coloridas y húmedas, la mariposa seguía unida a la hoja seca; buscando apoyo necesitaba la ayuda del sol, la brisa y el tiempo para liberarse y salir a fortalecer sus alas. En una corta espera se mostró bella, luminosa y ágil inició el vuelo de conquista del cielo y sus jardines.
Todos somos débiles y estamos en un espacio personal, nuestro refugio. Recibimos apoyo de los que nos rodean para adquirir fuerza y valor. Emprendemos el vuelo de la existencia, paso a paso cumplimos un ciclo viviendo las etapas de la existencia que nos corresponden.
La sabia naturaleza armoniza el ir y venir del vivir: la artística mariposa inicia airosa la dinámica del mundo, mientras la hoja que fue su “hogar” entrega a la tierra lo que queda de ella, para generar vida mañana desde su interior.
La hermosura y agilidad de la mariposa multicolor, dio sentido al rol de todos en este mundo; maravilloso paréntesis del existir y peldaño inicial de la trascendencia a la que estamos destinados. Disfrutemos ágilmente como ella: la luz del nuevo día, el aroma vegetal, los colores de la naturaleza con la obligación y compromiso de dar a cada espacio lo mejor de cada uno.
Gitana del viento
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