Nuestros primigenios antepasados tuvieron una trayectoria de interrelación de supervivencia entre la naturaleza pura y su vida, soportaron muchos avatares adaptándose a las diferentes variaciones del clima y alimentación, refugiándose en cavernas rocosas o agujeros interiores de cerros y montañas. Soportaban el frío cubriéndose con pieles de animales que cazaban. Resistían con valentía los avatares diarios de los caprichos del medio ambiente, aprendiendo a sobrevivir con cada experiencia que superaban.
En aquel tiempo sin tiempo, con una lluvia torrencial hubo una tormenta eléctrica, que con poderosos y luminosos relámpagos iniciaron el fuego en los árboles más grandes, con móviles y visibles llamas, se irradió una cálida brisa que calentó a los sorprendidos espectadores, que entre temor y sorpresa disfrutaron alejados el abrigo cálido del fuego. De los árboles quemados quedaron negros residuos y plomiza ceniza. Los residuos negros eran carbón: oscuro, liviano, sin esfuerzo manchaba todo lo que hacía contacto con él. Sí, era el carbón que hasta hoy se utiliza en las parrilladas.
Con mente despierta y juicio de supervivencia los habitantes de entonces iniciaron el camino de conquistar el fuego, para sentir calor y luminosidad en ausencia del sol. Comenzaron así la búsqueda del manejo del fuego que vino desde el cielo y que debía conservarse de alguna manera y en lo posible poder trasladarlo a diferentes lugares, fue toda una experimentación y cuidado para mantener encendido y cálido al carbón, procurando trasladarlo a diferentes lugares. Al observar que se prendía con el fuego no solo el tronco del árbol sino sus ramas y hojas, aprendieron a avivarlo con hojas y ramas pequeñas de madera. Llegaron así a obtenerlo por sus propios medios. Aplicando en diferentes usos y progreso a su calidad de vida.
La transformación de un árbol en fuego y el uso del oscuro residuo liviano de carbón que también ardía con fuego y ceniza, proporcionó materiales novedosos que se incorporaron a la cotidianidad de los antepasados. Eran utilizados en el interior de sus cuevas de manera variada. Entre la multiplicidad de árboles, se distinguió un árbol de tronco café rojizo y verdes hojas brillantes, era el arrayán. Su carbón era más rendidor por la calidad de su celulosa. Siempre quedaban residuos de su polvo negro, que fueron penetrando en el suelo cada vez con mayor profundidad, logrando alcanzar el corazón interior de fuego del planeta.
Este poderoso horno profundo, fundió el polvo negro del carbón y con enorme presión, creó un mineral duro de forma regular, como rombo dodecaedro (tiene 12 caras, 24 aristas y 14 vértices) es transparente, resistente y muy duro. Fue el nacimiento inicial del hermoso diamante. En sus caras geométricas se reflejan los bellos colores del arco iris, eternizando así en sus destellos, al carbón del arrayán que no llegó a ser ceniza.
Es el mineral más duro conocido (enlace covalente), se presenta transparente o amarillento, rara vez es rosa o azul. Piedra preciosa para joyería, en la industria para pulir, agujerar rocas, hormigón… es más valioso mientras más transparente y límpido es; se cotiza por su perfección en kilates. Tiene aplicaciones en odontología y cirugía. Es un tesoro de la Naturaleza que motiva a su búsqueda de los seres humanos en las entrañas de la Tierra.
Los secretos del carbón son varios: para los “asados” pequeños de formas variables livianos, también hay carbones oscuros y blandos: amorfos y organizados. Destaca entre los organizados el grafito que tiene mayor dureza que el carbón cotidiano, se llama organizado ya que está formado interiormente por capas superpuestas una sobre otra. Desde de luego el perfectamente organizado es el Diamante.
El grafito está también en la vida diaria, ya que está constituyendo las minas de lápices, lapiceros y portaminas permitiendo a través de su huella: escribir, dibujar, graficar, en fin, APRENDER. El grafito también se utiliza como electrodos en experimentos eléctricos, tanto el carbón amorfo como el organizado, son útiles como catalizadores de reacciones químicas.
Increíblemente el costoso Diamante, es solamente el carbón especial que soportó el calor y la presión interior de la tierra, para poder ser bellamente cristalizado como Diamante.
Gitana del Viento
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