Cuando miro la limpidez del cielo azul,
mi espíritu crece y soy libre disfrutando de su belleza;
porque encuentro en él una fuente de ensueños,
donde nacen esperanzas y creencias de fe.
Sólo Entonces valoro el arte de un cielo azul.
Porque en él están escritos los derechos de la libertad humana.
Cuando contemplo las grises nubes en la atmósfera;
su oscuridad no me da tristeza.
Porque en ellas comprendo que los pensamientos tienen límites.
Es muy sencillo sentir esta melancolía,
en su tímido poema del silencio
Solo Entonces se descubre el arte de un cielo nublado,
que me impulsa a dialogar conmigo misma
Cuando escucho siento y veo la lluvia,
su humedad alcanza a todos sin diferencia alguna,
refresca todo en su camino por igual.
En un mensaje de fraternidad al hombre.
Ya que sus gotas, tienen la rúbrica de la hermandad humana
Solo Entonces pienso en lo artístico de las gotas de lluvia,
Al interpretar en su lectura, el respeto a la igualdad de las personas.
Cuando aparece la blanca nieve cubriendo todo,
imagino que la muerte está en tanta blancura,
como una inmensa mortaja de nuestra tierra;
donde yacen quietos todos sus objetos para siempre.
Con callada quietud de frío y de pureza.
Solo Entonces asimilo el encanto de la nevada invernal,
Que nos demuestra el valor de una existencia honorable.
Lo que disfruto siempre, son los prometedores amaneceres.
Pues visualizo las encendidas mejillas de la noche,
avergonzada al ser sorprendida en su amor por el amanecer.
Cubriéndose de un bella gama de colores que la sonrojan;
Descubriendo así el color con que se viste siempre la Felicidad.
Solo Entonces entiendo el arte de cada nuevo día,
que es un renovado inicio luminoso para buscar la dicha.
Cuando me acojo al creciente silencio del anochecer,
como a un colorido sueño en el cálido beso del sol;
en el que participan con alegría, todas las nubes encendidas.
Y se siente inmensa la pasión del fuego eterno del Amor.
Solo Entonces me llena de alegría el arte del atardecer
Que hace brotar un afecto más profundo en cada Vida.
Cuando llega la noche, todo es oscuro e incierto.
Yo sí encuentro arte en la silente oscuridad,
porque todos somos pintores de nuestra vida;
para dar colores a cada existencia, disfrutando así del mundo.
Tengo la certeza: cada día, las estaciones, los años tienen un fantástico artista
que con sabias pinceladas para todos los sentimientos da: color, brillo y mensajes.
Sólo entonces siento amor por la noche que con el palpitar del corazón,
brinda la fortaleza para disfrutar el prodigio de seguir viviendo.
Gitana del Viento
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