El Ser Humano entre los múltiples dones de la vida, archiva: capacidades, emociones, sentimientos, conocimientos y experiencias que moldean su recorrido existencial con multitud de desafíos, realizaciones y experiencias de diferentes matices. Hay una capacidad específica que no es innata sino adquirida en el transcurso de cada vida, es la resiliencia que empodera a las personas para superar circunstancias traumáticas (accidentes, muerte de seres queridos, ruptura matrimonial, pérdida del trabajo…). La resiliencia permite superar y adaptarse a momentos adversos, confiados en salir adelante a pesar de todo oportunamente y tiene el don de potenciar la felicidad y paz interior, con opción de conocer y manejar emociones propias, así como identificar y comprender emociones ajenas, convirtiéndose en mejor persona con oportunidades de respaldo y ejecuciones.
Esta virtud humana descubre y desarrolla la inteligencia emocional y autoconocimiento consciente de alcances y limitaciones propias, para metas reales. Las personas con esta cualidad son tolerantes y flexibles a los cambios identificando lo inevitable, para afrontar con mayor confianza y creatividad cualquier problema. Es optimista porque considera toda oportunidad como un espacio para crecer y aprender a incentivar paciente y persistentemente, para lograr propósitos y aspiraciones. Es dueño de voluntad y perseverancia para alcanzar metas y éxitos.
Mantiene la interrelación apropiada para comunicar concretamente inquietudes y comprensión en la colectividad con características resilientes, generando una fortaleza interior, respeto y respaldo creando soporte social entre gente que aprecia y valora para dar lo mejor de cada uno con apoyo proactivo, autónomo solidario, creativo y empático.
Es una cualidad enriquecedora que debe autocultivarse paulatinamente personal y comunitariamente, reinaugurando una sociedad entre gente que aprecia, apoya con buenos modales, habilidades, controlando impulsos y tropiezos con buen humor y comunicación para resolver dificultades, enfrentar problemas y lograr metas comunes y satisfactorias. De esta manera se alcanzan ventajas de formación humana basada en la autoestima, menor crítica, mejor salud física y mental, formando personas exitosas dentro y fuera de la profesión. Con menor depresión y mayor facilidad y confianza conociendo los límites, identifica metas retadoras y realistas, con capacidad para anticipar dificultades futuras y evaluar nuevas opciones.
Completemos perfeccionando el carácter humano, compartiendo resiliencia en todo aspecto de la vida, la constancia tiene que ver con lo que no cambia de rumbo y es fiel asimismo por ser verdadero, real y magnífico, así permanecerá sin variación y no se modifica al antojo de nadie.
Es un rumbo de vida esperanzador de superación individual y grupal que se mantiene cultivando permanentemente una actitud realista sincera y fácil de aprender con base en la propia valoración personal con la oportuna interrelación humana.
Gitana del Viento
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