Más de una vez en la vida se aprecia como Felicidad el bienestar, por lo cual se concentra y limita a momentos fugaces al disfrutarla, con adquisiciones materiales y efímeras que proporcionan episodios temporales, que no dejan huella y están lejos de la Felicidad.
La Felicidad no es un sentimiento individual temporal, requiere de múltiples sentimientos y también compañía para compartirla y que se la pueda disfrutar en el presente, pasado y futuro.
No es indispensable pero no imposible, tenerla individualmente o en soledad, pero preferentemente es más significativa si está en el compartir con los demás, con detalles: la generosidad en la amistad, el apoyo al débil, la alegría en el grupo, la paciencia en los momentos difíciles; una actitud paciente ante problemas y dificultades, condición positiva siempre y esperanza inagotable.
Hay que descartar constante y pausadamente: problemas y preocupaciones, la inquietud no debe ser individual, se aligera al compartirla. La Alegría da más vida disfrutándola en Grupo. Una actitud positiva siempre siembra esperanza y se comparte y contagia, entre las personas que nos rodean. Así se crea un lugar en mente y corazón que siembra: alegría, ilusión y sobre todo aprender a disfrutar de cotidianas y pequeñas cosas de nuestra vida.
Es indispensable descubrir en nuestros trabajos o tareas: satisfacciones que colocan la semilla de complacencias y recuerdos agradables, que nos permiten: La conversación compartida y estimulante, con un merecido descanso, la amistad sincera y verdadera, sobre todo con la confianza y tranquilidad personal y colectiva.
Así se va sembrando pausada y sabiamente: la Felicidad Auténtica que llena mente y corazón sin necesidad de gastos, ni esfuerzos especiales. Solamente se impone valorar en primer lugar las cualidades personales, como bellos dones de la vida; aceptando cualidades y limitaciones si rechazar la superación y mejora constante. Permite: Mantener actitud positiva en todo momento, ante personas y circunstancias.
Realizar lo factible por generar un ambiente agradable en toda reunión de familia, amigos, o conocidos; da el Ambiente de la Felicidad; que implica la vivencia de los valores humanos, personal y grupalmente. No está en tener una vida fácil sino sembrar mutuamente: alegría, apoyo y recta dirección en todo momento.
Una actitud positiva genera alegría, nos hace felices sea: individual o con las personas y circunstancias vitales que se presenten y requieren de todos: comprensión ante los errores propios o ajenos, perseverancia para superar los tropiezos. Buscar siempre lo positivo de problemas y dificultades. Todo esto aporta La Felicidad con la vivencia de los Valores Humanos para ser aplicados cotidianamente: y que siembran en cada corazón la factibilidad de llevar una vida plena, positiva, alegre y confiada, definitivamente nos Hace Felices a todos los que somos Optimistas.
Gitana del Viento
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