Cada persona nace con características propias y exclusivas basadas en la maravillosa relación sentimental y genética de sus padres. La Personalidad es la característica individual que se va integrando en cada existencia con el transcurrir del tiempo y sus lecciones y enseñanzas, requiere siempre de intención, decencia y sentido de valor propio. Sin olvidar que al nacer se es portador de una página en blanco, que debe ser escrita personalmente día a día para editar el libro de tu vida.
La Personalidad es en verdad, sin lugar a duda, mucho más que los rasgos físicos visibles y definidos, es el entorno interior sensitivo y moral íntimo que fluye y se acrecienta en la vida de cada persona, con la paulatina maduración individual.
Personalidad, es el factor de distinción individualizada de cada ser humano con sus habilidades, debilidades, virtudes y capacidades e inclusive fracasos o traspiés. Aceptar y reconocer las limitaciones, inhabilidades o errores, es la ruta que guía al cultivo de una forma de vida productiva, que abre un camino de paz, tranquilidad y más de una vez, con inolvidables logros y éxitos en la mayoría de sus acciones vitales. Ya que, al identificarlas honestamente asumiendo la responsabilidad de mejorarlas y/o eliminarlas, se aplica un valor significativo: la Personalidad, ruta particular diseñada especialmente para recorrer con certidumbre mientras se vive.
La Personalidad se evidencia en el éxito y objetivos realmente obtenidos, al pulir las imperfecciones detectadas y mejorar la actitud personal, el llamado de cada temperamento es iniciar el ascenso hacia la perfección, que da sentido y validez existencial. Depende, desde luego, de capacidades y experiencias asimiladas y manejadas sincera y constantemente, en cada trayectoria individual. La Personalidad es el entorno honesto que se tiene, nace u obtiene cada ser humano al ingresar al mundo y está interiormente esperando apaciblemente ser utilizada apropiada y oportunamente.
Hay múltiples logros y éxitos humanos históricamente destacados y voluntarios; han sido alcanzados por grandes hombres y mujeres, que con dedicación y constancia pusieron la fortaleza de su auténtica Personalidad con la veracidad de sus alcances, o la materialización de sus ideas y triunfaron, porque estuvo siempre presente y unida toda su Personalidad y Voluntad en las tareas y metas que se propusieron. Son claros ejemplos dignos de ser aplicados.
El papel humano en la Existencia no puede desconocer que la vida y sus acciones tienen proyecciones de perpetuidad, la vida tiene que ser dedicada a un propósito útil, satisfactorio y ejemplar, fundamentado siempre en la verdad, esfuerzo y superación: Tu Personalidad con todas las virtudes cultivadas. Analicemos permanentemente cada comportamiento y acciones que se realizan en persona con el pasar del tiempo, acumulando años y experiencia. Plantemos cada identidad con sello propio, manejado acertada y oportunamente nuestra propia y auténtica Personalidad.
Gitana del Viento
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