Es un momento interesante y prometedor la expectativa del año apenas iniciado. Analizando recuerdos en el tiempo pasado y considerando cada trayectoria, hay hechos positivos y estimulantes, objetivos logrados y también los no alcanzados, alegrías y tristezas, sentimientos variados. Ratificando el haber tenido realidades de vida concretas e ilusiones desvanecidas.
Un cúmulo de experiencias respaldan cada existencia en el presente, con nuevas metas para el “futuro” y la grata certeza de: estar con vida. Hay puntos especiales del ayer que deben ser guardados y aplicados, porque construyeron un camino lógico y positivo, durante el tiempo consumido y son un respaldo seguro para nuevos pasos y rutas; aprovechemos las lecciones y experiencias adquiridas, son susceptibles de mejoras porque con base en ellas se puede iniciar proyectos de vida perfeccionados y prometedores.
Ha transcurrido 365 días con 24 horas cada uno de ellos, pensar cómo se utilizó cada una de ellas que ya se fueron requiere revisión, para aplicar y optimizar cada día del año iniciado. Así se supera las ejecuciones en el plan que está para un futuro mejor posible de realizarse con dedicación y cumplimiento. El resultado del autoanálisis de vida tiene apreciaciones positivas a pesar de que no abarcó todo lo deseado, pero hay tiempo para completarlo. También surgieron apreciaciones negativas, porque se empleó en actividades intrascendentes un significativo tiempo, es irrecuperable porque las opciones se aprovechan cuando llegan de lo contrario se pierden. En último lugar, pero no olvidado, es el tiempo vacío de hechos en los que simplemente se aumentó años a la vida, sin vivirlos.
Hay cambios personales en tiempo que sigue transcurriendo. Los niños se hacen jóvenes, los adultos envejecen y en cualquier momento se termina la existencia humana sin aviso, se inicia el viaje definitivo que carga años de ausencia y remembranzas. En el balance de las vivencias que se tienen ahora y la esperanza de lo que llegará en un futuro la actitud personal debe ser concreta en la realidad actual, con horizontes y oportunidades para hacerlas efectivas. Es compromiso de gratitud y vida: utilizar de la mejor manera el tiempo nos pertenece ahora y es una obligación. El horizonte es amplio y promisorio no debe desperdiciarse.
Ignorar o carecer de aspiraciones es injusto, no cumplir con sueños acariciados y de ejecuciones factibles es desperdicio del tiempo obsequiado a cada uno. Compartir ideas o habilidades que se pueden ofrecer es compromiso de acción. Lo contrario es ofensivo para las posibilidades del tiempo nuevo que ya es actual. Aplicar las mejores potencialidades individuales utilizando lo óptimo de cada uno diariamente da validez a cada minuto del día, el auténtico esfuerzo y entrega real de las bondades y cualidades que la existencia nos donó es vivir a conciencia.
Se inició otro Período, conscientes del transcurso de vida recorrido y de la finitud de ella sobre la tierra hay un compromiso con uno mismo, utilizar de la mejor manera oportuna el espacio auténtico de tiempo y lugar que tenemos en el 2021 y los que vengan unidos como familia.Con mente y corazón saturados de gratitud en la despedida. Pero con propósitos, acciones factibles y concretas optimizadas; el futuro nos ofrece un arco iris de oportunidades.
Gitana del Viento
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