El diario vivir ordena el recorrido personal de cada vida y se lo va estructurando en el caminar cotidiano: con acciones rectas, honradas a conciencia responsable y constancia permanente. Cada persona debe ser honesta y responsable consigo mismo, que cultivará acciones y actividades correctas, atendiendo y respetando a su conciencia, en todo momento.
Al ser recto, honrado consigo mismo, su decorosa auto aprobación y cumplimiento oportuno: permitirán sobreponerse a tropiezos y errores, con el asentimiento de su conciencia, que es el juez individual de todo ser humano. Definitivamente somos cada uno: los autores responsables de nuestro destino y recorrido vital.
El empleo de cada persona se lo elabora cada día individualmente, estamos calificados: para manejar personalmente el nuestro, con la asistencia propia de cada conciencia individual, que es juez probo de nuestro caminar.
Cultivando actividades mentales positivas y oportunas; así como pensamientos útiles y acertados, van a generar la aprobación de la conciencia propia, que es realmente el juez probo de cada ser humano. Toda persona que cultive permanentemente actividades y acciones positivas y colaboración voluntaria; está creándose y generando: una vida útil y un destino feliz, pasa a ser dueño de: una existencia rentable y un recorrido vital satisfactorio y tranquilo.
El que sea recto honrado y fiel consigo mismo: se capacita para superar fracasos y desengaños, respaldado en su propia conciencia: auténtico juez de cada uno. La persona exitosa tendrá vida útil y feliz, personalmente se caracteriza porque tiene confianza y fe en sí mismo; su deseo de triunfar debe tener en todos los actos de su vida, que le conducen al verdadero y auténtico éxito anhelado.
Es indispensable asimilar siempre actividades mentales positivas; y tendrá vida útil, ventajosa y un destino dichoso; también sus pensamientos sanos, le guiarán a una vida lucrativa y un destino feliz, que generan la capacidad inigualable de ser “arquitectos de su propio destino” porque lo manejas personal y responsablemente tú.
Si tu deseo personal es triunfar y alcanzar metas: tienes que cultivar y observar todos los actos de tu vida con: rectitud, voluntad, dominio de sí mismo, fe y constancia en todo emprendimiento y/o trabajo; considerando el deseo de triunfar honestamente: con fe, calidad y constancia, en todo emprendimiento; valorando y ratificando que se es autor mental y práctico de su propio recorrido existencial y determinado destino.
No olvidar nunca, que si se ha iniciado algo: no se debe dejarlo o incumplirlo, peor: abandonarlo sin terminar, recordando todo el tiempo: que cada responsabilidad y obligación hay que cumplirlas, porque existen personas sin aspiraciones; que viven el presente con carácter efímero, sin preocuparse del futuro, que siempre llega. Es obligatorio ir más allá del presente con rectitud, voluntad, carácter y dominio de sí mismo, fe, constancia, trabajo: que son bases fundamentales del éxito, Sin olvidar que siempre seremos: Auténticos Arquitectos de Nuestro Propio Destino.
Gitana del Viento
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