La vivencia en la soledad es un estado anímico de desolación particular para cada persona, que se puede sentir en ausencia de compañía y también en el interior individual a pesar de estar acompañados. Es como un cielo nublado, frío, oscuro y cercano instalado en lo profundo de cada persona. Se apropia de la mente y el corazón en cualquier tiempo, cerrando sin rejas ni aislamiento un espacio estrecho y ajustado de desazón e inquietud individual que genera inseguridad y dudas, conducen sin percibirlo a la sombría interrogante del desarrollo existencial en soledad y la capacidad de estar preparados para vivirla.
A pesar de esta apreciación o vivencia dolorosa y negativa, bien podría ser la soledad un rayo de luz guiando hacia la oportunidad de auto descubrir el apoyo en el potencial y destrezas propias, análisis emocional y sentimental que se encuentran en sí mismo como cualidades reales e increíbles (fe, optimismo, paciencia, seguridad, confianza….) han sido ignoradas y nunca aplicadas. Es dotación innata de esperanza en todo ser vivo, deben ser descubiertas y utilizadas en el recorrido por los senderos de la vida, en los espacios que ofrece al estar solos. La soledad es una emoción al parecer no muy hermosa y deseada, pero no conoce ni la falsía ni el engaño al presentarse, pero sí el cariño, fe y verdad que, al ser acompañados con conciencia, superación y tolerancia, generan confianza, certeza y esperanza para el vivir cotidiano.
La soledad es un lapso de vida, delicado espacio actitudinal y evidente de auto meditación con fortalezas para sí mismo, son obsequios que están incorporados desde siempre en la maravillosa vida de cada uno, basados en un oasis de realidades y descubrimientos del misterio de cada existencia, con todo el amoroso valor para ser aplicados oportunamente para superar el aislamiento mental.
Crea una visión distinta del transcurrir del tiempo que requiere con sinceridad y auto conocimiento manejarlo, hasta alcanzar el autodominio que se necesita para disfrutar la belleza y profundidad de la soledad que no va asociada al llanto y la tristeza, sino sendero y guía para no detenerse en la dinámica natural de la vida.
La soledad es una bella creación espiritual que eventualmente puede ser corporal, porque estimula a descubrir y aplicar las valiosas habilidades que se posee, no se presenta con apariencia visible sino con una auténtica realidad palpable para cada persona, así impulsa a mirar la vida con la apreciación y energía que ella trae siempre, encaminada al sueño humano de alcanzar la felicidad.
Si se asume que la soledad es experiencia adicional en la vida con sentido de daño o descalificación es erróneo, ya que ella trata de motivar el interior individual para descubrir y guiar las múltiples virtudes que están sembradas en el palpitar rítmico de cada corazón humano. Soledad es un sentimiento distinto y sincero, cauto y callado, natural como la naturaleza pura, renaciendo siempre a pesar de la variación climática. No está unida directamente con las debilidades, sino con la fortaleza humana.
Gitana del Viento
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