Pensándolo bien nuestra vida se va desarrollando a un ritmo rápido, en busca de metas de alcance inmediato, para resolver desafíos cotidianos acorde con la velocidad, del transcurso del tiempo. En realidad, todas las personas procuramos optimizar el espacio temporal, que nos ofrece cada existencia, acorde con el afán de cumplir siempre en el menor espacio de tiempo. Aplicando la Impaciencia
Siempre se trata de resolver los variados desafíos del quehacer diario, en lapsos de tiempo reducidos. Se impone una valoración real de las posibilidades disponibles, ya que se está aplicando un ritmo de vida vertiginoso. Esta apreciación necesita hacer un alto en cada rutina, para reflexionar tranquilamente en el valor de la paciencia o de la impaciencia; que siempre dan un margen de seguridad y éxito a cada tarea que impone cada día.
La paciencia es el valor humano que evita la inseguridad, e invita a todas las personas a hacer un descanso y un análisis, que anula las tareas rápidas y más de una ocasión: motiva a las ellas a un razonamiento lógico y oportuno, que es el portal que ofrece a cada existencia, acercarse al cumplimiento de calidad y sabiduría vital presionando la Impaciencia.
Manejar individualmente el valor de la paciencia, cultiva en cada persona tolerancia, comprensión, padecer y soportar contratiempos y adversidades, para actuar de manera acorde con cada situación con la presión de la Impaciencia. Lo único que se cultiva es dar la apariencia errada buscando escapar lo más rápido posible, ofreciendo resultados inmediatos, breves y no siempre acertados. Así se genera la indiferencia en el estado de ánimo de los compañeros de trabajo.
Uno de los obstáculos que detienen el desarrollo de la paciencia: es la velocidad e impaciencia, que genera resultados a corto plazo que impiden considerar y analizar las posibilidades reales de éxito, el tiempo auténtico de meta cumplida alejando, eso sí: las posibilidades reales y factibles de éxito, tiempo y esfuerzo necesario para lograr una meta.
Haciendo el análisis personal al realizar demasiadas actividades, se genera ansiedad y prisa, que impide ser conscientes de las capacidades propias. Debe haber moderación en cada tarea que conciencia así los alcances personales, que evita tener y hacer compromisos, que seguramente no se pueden cumplir.
Existen retos no menos importantes para el desarrollo de la paciencia, que incluye ser tolerantes y razonadores al realizar tareas con otros ante la falta de destreza, conocimiento o pericia, para desarrollar exitosamente diferentes trabajos. Se impone el compartir experiencia, conocimientos, tolerancia; dando el tiempo apropiado para realizarla con responsabilidad. La impaciencia es una abreviación del tiempo para realizar alguna tarea rápidamente, desestimando eventualmente detalles y calidad del trabajo. La Paciencia siempre tiene sus recompensas, ya que permite la interrelación humana, tener amistades duraderas y desde luego: obtener los resultados deseados en el trabajo al que se ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo. El valor de la impaciencia adquiere la sensibilidad para afrontar contrariedades con calma, mejor comprensión de la naturaleza de la tarea, generando paz y armonía en los seres humanos.
Gitana del Viento
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