En los años que pasan que se necesita para crecer, madurar como personas y superarnos como seres humanos, en realidad y definitivamente en el interminable período de aprendizaje que no tiene límite, se descubren novedades, realidades, sorpresas y nuevas lecciones paulatinamente en cada etapa recorrida personalmente dentro del tiempo.
Para elegir sabiamente mecanismos y herramientas idóneas para una vida mejor, se instala en el corazón y cerebro, la necesidad obligatoria de trazar un camino propio de búsqueda progresiva de una ruta autónoma que guía al descubrimiento de nuevos horizontes.
Horizontes con características de promesas y acciones que requieren mayor estudio y preparación que deben hacerse individualmente con esfuerzo, conocimiento y constancia. Increíblemente el horizonte va tomando matices bellos o preocupantes en relación directa con el interés y afán que se entrega. Así se está siempre dentro de una búsqueda permanente que no tiene fin, como el inmenso infinito que nos rodea.
Así, cuando los temas y anhelos siembran inquietud, curiosidad y emoción, cautivan el interés brilla crece e impulsa al conocimiento. Ampliar lo que ellos comunican, es un incentivo natural que permite avanzar trechos adicionales: buscando, develando, descubriendo o aportando, decididamente caminando firmemente para alcanzar la meta soñada.
Unificar ordenadamente búsquedas encuentros y logros, forjan eslabones fuertes y vivificantes que dan más impulsos. Pueden ser confiables, reales o invisibles, sin embargo, crean una cadena de sucesos y vivencias que tiene punto de partida, pero no de finalización.
Este proceso es un sendero de acercamiento a merecidos anhelos, que está tallando y perfeccionando la construcción de un ser humano único e irrepetible, empeñando en verdad por tallar una vida útil y significativa.
Buscar, investigar o averiguar es una inquietud permanente inherente a las personas, que no se satisface ni detiene jamás y debe mantenerse, continuar y profundizar porque no tiene fin mientras se está vivo; ya que es un motor de convicción constante, para fomentar el esfuerzo personal de hacer mejoras cada día.
Gitana del Viento
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