Con el tiempo la vida se va desenrollando cotidianamente del gran paquete de la vida en el tiempo de cada existencia, ofrece y presenta: experiencias variadas acordes con el acumulado de años; actividades, encuentros y desencuentros, éxitos y fracasos, tristezas y alegrías, madurez y envejecimiento humano, sobre todo.
Cada etapa transitada es sentida y no valorada acorde con el compás del reloj, deja huellas de enseñanza en lecciones aprendidas, vividas con diferentes actitudes y son recuerdos en el presente. En el presente, todo van tornándose poco a poco: en un sentir de ausencia y vacío existencial.
Al concienciar la oportunidad de haber tenido vida, recordar lo bien hecho en su recorrido o acariciar gratos y generosos recuerdos, pone una semilla fresca en el espíritu y eventualmente impulsa una sentida e ideal ilusión o generosa fantasía en cada mente.
Pero: ¿Qué es una ilusión? Una esperanza o sueño con los ojos abiertos y el corazón palpitante aún, un horizonte colorido a pesar de las lluvias, una fantasía seguramente inalcanzable, es la automedicación para sanar el aislado vacío espiritual.
De todas maneras, a pesar de lo caminado, en sí mismo titila tímidamente una tenue luz que ilumina anhelos y se empieza a fantasear, temer o imaginar el cumplimiento de la nacida y pálida ilusión. Se imagina y procura utilizar la balanza de los pros y los contras, lo positivo y negativo, lo real y lo ficticio. Siempre al amparo de inseguridad, temor y dudas por lo que es desconocido.
Surgen preguntas sin sentido carentes de respuestas o supuestos distantes, sueños sin estar dormidos, insomnios intermitentes o pesadillas de miedos y necesidad de liberarse, terminar o sepultar la creada ensoñación.
Más al percibir el penetrante frío de la soledad con lejanía de afectos, la necesidad de amistad e interrelación de consuelo apoyo o compañía, empieza a filtrarse un rayo de luz de posibilidades imaginarias e inexistentes con dudas del resultado que se obtendría, incertidumbre de la actitud que se asumiría con inseguridad existencial.
La ilusión es apoyo mental de las personas aisladas, sueño inalcanzable en la soledad y extensión o alargamiento simulado del tiempo vital, renacer ficticio de lo que se perdió en la ruta caminada con aciertos y desaciertos de vida. Tal vez sueño de compensación inútil de lo que ya pasó y no retornará.
Ventajosamente como auto terapia de supervivencia, puede nacer, crecer y vivir en cada interior una ilusión no manejable apropiadamente por ser fantasía, brotada quizá en la realidad que nos prestó la vida.
Esperanzas con supuestos imaginarios que brindan sin pedir, tibieza o energía de apoyo, en el resto del recorrido existencial que aún se confía que va a llegar.
Gitana del Viento
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