En la etapa de estudiantes en una Institución, se acumula saberes con atención y dedicación conocimientos útiles para forjar el futuro. Hay quien pone el mínimo interés y otros que se esfuerzan con seriedad y responsabilidad. Los resultados en la mayoría de los casos son buenos y se abre el recorrido de aprendizaje y superación, se continúa en un buen período con el encuentro de evaluaciones y pruebas que miden el avance como aprendiz del futuro.
Más de una ocasión el resultado es exitoso para quien se esfuerza conscientemente y en la madurez a más de ser una persona responsable: es profesional, activo trabajador/a y abnegado miembro de su familia y comunidad. Aparentemente se ha cumplido con las aspiraciones de vida…. y se acabaron las evaluaciones calificadas con notas; siguen los desafíos, aplicaciones y ejecuciones concretas valoradas o reprobadas en la trayectoria existencial.
Si no afianzó el hábito de estudio, dedicación y responsabilidad; el camino de la vida que tiene por sí mismo dificultades acrecentará fallas, errores, equivocaciones y será una trayectoria de angustia, insatisfacción y fracaso. Difícilmente se identificará las metas auténticas de su vida.
Pero ¿realmente se terminaron las abrumadoras evaluaciones periódicas para el estudioso y el no estudioso? No hay más calificaciones y certificados, eso no es verdad con cada nuevo amanecer además de las pequeñas interrogantes cotidianas, hay un desafío de vida y aplicación de múltiples conocimientos y experiencias, para aprobar cada jornada. Es analizando honestamente, un examen para el que se debe estar preparado sin cuadernos, textos o profes. No hay notas ni buenas ni malas, hay resultados que definen el rendimiento humano en el tiempo.
Los días, meses y años llegan y se van, las evaluaciones van surgiendo con la luz del día y no desaparecen con el brillo de la luna y cada ser humano debe rendir sus pruebas en el tiempo, paulatina y obligatoriamente, muchas veces aún durante el sueño y el descanso.
Porque la vida es una Institución que exige: estudio y aprendizaje constante, sin reposo ni recreos, rendimiento óptimo en las innovadoras pruebas que tienen para alcanzar una meta y sentirse realizado, feliz. Existe un inacabable “banco de preguntas” que va cambiando a la par del tiempo.
Tratemos en todo momento y lugar de prepararnos responsablemente para los desafíos de la vida, que tienen su dificultad desde luego, pero son soporte necesario y sólido, para alcanzar el éxito en la evaluación paulatina y constante, de la trayectoria de nuestra existencia.
Gitana del Viento
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