Diariamente se nos informa los múltiples sucesos de nuestro País, sembrando en todos y cada uno de nosotros: la inquietud y la ausencia de posibilidades para superar lo negativo del presente. Normalmente las personas tienen la factibilidad de trabajar con el deseo verdadero para tener resultados positivos, con aspiraciones justas e ideales merecidos para cada uno y para todos los ecuatorianos. Sin embargo, es notorio que no es así por los sucesos que afectan la normalidad; se evidencia la incertidumbre real de la capacidad humana y sobre todo la preparación de quienes manejan estos problemas; falta habilidad y voluntad de hacer lo que corresponde y forjar la vida ecuatoriana con un horizonte mejor que el actual.
Indudablemente: es difícil y complicado encontrar hechos precisos, acciones y opciones inmediatas para dar soluciones y concretar o aplicar medidas oportunas y apropiadas. Añádase las noticias de lo que ocurre fuera de nuestras fronteras, en relación con lo que aqueja al mundo, en el que se está precipitando velozmente la humanidad. Entonces se agigantan nuestras dudas e inseguridad; ya que también somos copartícipes de una u otra manera de estos sucesos en el tiempo, por ser sólo espectadores pasivos y críticos de la crisis global. Lo que se ignora o no valora en nuestra tierra, ni se aplica individual y conscientemente para superar estos tropiezos, es el deber de apreciar y motivar el protagonismo de las personas que poseen un archivo de conocimientos, experiencias y habilidades dentro del pueblo, con capacidad humana concreta de vida y juicio de causas. Es palpitante, callado y conocedor cierto de las necesidades de cada uno y en general en el día a día; con preparación para un auténtico protagonismo y participación positiva, para compartir y aplicar soluciones, realizaciones e innovaciones útiles. La capacidad de acción correcta individual o grupal existe y se debe entregar obligatoriamente al País, para contribuir al crecimiento apropiado y efectivo de nuestro terruño. Se conoce y se debe compartir esos valores; hacer de la concreción individual y colectiva un ideal Comunitario. Buscar el resurgimiento de nuestra querida Patria.Se impone la honestidad, ser prácticos y efectivos para ofrecer, transmitir y ejecutar experiencias y sabiduría adquiridos en beneficio del País. Realizar puntualmente soluciones con estudios apropiados para evitar errores de los que somos testigos, como del descuido y/o fallas notorias. No es una receta: es deber y obligación humana dar a nuestra Tierra: por sus bondades naturales, ambientales y de ubicación territorial, que son propias y se recibe en la generosidad de sus productos, en la variación geográfica interior y de producción o elaboración. En el ambiente de belleza de sus paisajes y en la bondad de su clima. Todo ecuatoriano está dotado de habilidades, conocimientos y creatividad; para ofrendar a la Patria: es reciprocidad por las bondades naturales entregadas desde siempre; respetar a los coterráneos que callada o manifiestamente, evidencian la insatisfacción del camino tortuoso que se está trazando en el Ecuador actual. Hay que valorar las múltiples bondades que adornan todo el territorio. Adjuntemos: conciencia, aspiraciones y corazón, para encargar a ecuatorianos auténticos el manejo de nuestro Futuro. Hay posibilidad y aptitud de hacerlo, conscientemente, como ecuatorianos con Amor Patrio: Así… SÍ ES FACTIBLE un Mejor Futuro.
Gitana del Viento
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