Manejar el Orden en cada aspecto de la vida es obligación moral y material, el orden más visible y aplicado frecuentemente, es cuando se trata de colocar las cosas en su lugar, hogar, oficina, aula…debe ayudarnos a dar valor a cada una de ellas casa u oficina. Esta actitud influye en el desarrollo apropiado, de las múltiples actividades que se realizan en cada una de ellas. Desde luego el orden material externo de una persona dará valor y guía. Pero en cada instante tiene mayor profundidad; significado y resultados, cuando deja de ser exclusivamente externo y se encuentra en cada interior humano, lo que tiene alto sentido y debe priorizarse constantemente. Ya que va más allá de poner objetos en orden, en cada espacio de la casa o el trabajo. Se halla en la conciencia y el corazón humanos.
Ordenar conscientemente cada interior humano, es una tarea profunda y sincera colocar en un sitio en sí mismo: sentimientos claros, afecto profundo, veracidad permanente, autovaloración real, ánimo y confianza, constancia siempre, respeto obligatorio….El orden interno es habilitar el manejo del equilibrio vital, colocando todo lo adquirido, vivido y sentido, dentro de las prioridades emocionales, respeto y cariño, que generan la gratificante comprensión y validez de cada existencia, generando la guía de la ruta a seguir confiadamente, recorriendo con muy pocos tropiezos existenciales, por el equilibrio vital que se va desarrollando al cultivar el orden interior.
El orden intimo balancea cada existencia y refleja nuestras actitudes y acciones cotidianas, concentrando múltiples enseñanzas y satisfacciones basadas totalmente en sentimientos nobles y acciones concretas. Detalles que se evidencian dentro del hogar y en los grupos de amistad duradera y estimulante. Es agradable apreciar honradamente el orden material visual y analizar el equilibrio vital en los primeros contactos interpersonales, pero el orden interior es un valor que se percibe pausadamente por la actitud y sensibilidad que se evidencia, desde los momentos iniciales de un encuentro amistoso cultivado en el tiempo.
El Equilibrio de Vida acuna experiencias y fracasos ocurridos que deben ser analizados cuidadosamente; descubriendo sinceramente el orden interior que se aplicó o no al iniciar un proyecto. La experiencia es el mejor docente del recorrido existencial y desde luego del honesto analista de los errores, que más de una vez tienen raíces en el desorden personal de prioridades y experiencias.
El orden interior es una ruta que se construye viviendo conscientemente, en cuyo archivo hay aprendizajes útiles, experiencias exitosas y dudosas; lecciones olvidadas, existe así una enorme cantidad de materiales útiles que, al emplearse sabia, pausadamente y de forma ordenada, trazan la superación en una luminosa ruta hacia el éxito e increíble alcance de sueños y anhelos interiores, auténticos y gratificantes. Más aún una vida ordenada material y sentimentalmente; alcanza la realización de anhelos, la paz vital y la felicidad soñada, sobre todo, la tranquilidad intima por el haber manejado hábilmente tu Equilibrio de Vida basado en el Orden Interior Total.
Gitana del Viento
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