Al recorrer los múltiples senderos y caminos vitales cotidianamente con: entusiasmo, esperanzas y confianza; sentimos seguridad, alegría y certeza; disfrutamos desde cada amanecer, aunque haya lluvia, frío; o luminoso sol y su generoso calor. La luz del día nos parece clara luminosa y prometedora, y desde el interior personal forjamos un día promisorio.
Sin embargo, si en cada actitud personal la apreciación es indiferente, anticipadamente está instalada la sensación de monotonía que nos ocupa día y noche, por acciones que se repiten creando y adaptándose a una tibia rutina; creemos individualmente: un esquema de una práctica que no impida la apreciación verdadera, de un nuevo día de Vida.
No se debe dejar de lado nunca que cada día es un desafío de acción y confianza, es un bello lienzo en blanco, esperando ser decorado por el artista personal único, Tú; porque eres la persona con un compromiso particular, ya que cada uno puede y debe elegir y plasmar los múltiples y luminosos tonos verdaderos para el cuadro (tu día, tu obra de Arte); así puedes expresar el apego y satisfacción vital para cada espacio del día que estas viviendo. Al convertirte en ese día: en el autor material de tu dicha y paz interior; organizando sabiamente esa fracción del tiempo, para hacerla especial e inolvidable.
Asimilar que somos los autores del artístico diseño de cada día; inspira calladamente: dudas, e inseguridades, vacilaciones, desde luego temores de realizar este compromiso serio en soledad; es un desafío vital que va proporcionando el dar sentido al vivir y la capacidad que tienes de realizarlo exitosamente. Es una lección demostrativa del descubrimiento y aplicación efectiva, de las capacidades innatas, que hay en todos y en cada interior humano.
Con las dudas y vacilaciones e inseguridades personales, se pierde cada minuto que no vuelve: de oportunidades vitales de superación, acción, aptitud, identificación de lo correcto y merecido, opción de aplicación de la lucidez del pensamiento, uso de vitalidad personal que luego se plasma en alegría, elección de manejo inteligente, talento fresco y creativo; la voluntad firme que se posee al nacer. Definitivamente tenemos un enorme archivo de capacidades, para disfrutar en cada día de Vida.
Basta abrir los ojos con la luminosidad del nuevo día, para percibir y disfrutar de las promesas de la limpidez del cielo y la palidez de las nubes que flotan en el azul infinito. Nuestros sentidos captan: color e imágenes y ofrendas que nos reserva el nuevo día. Es un resplandeciente desafío de vitalidad y conciencia para todos y cada uno de los humanos.
Cuando valoremos: el bello obsequio cotidiano de 24 horas para ser decoradas, disfrutadas y empleadas debidamente; solamente aplicando: primero gratitud por la oportunidad que nos ofrece cada día, luego la utilización de nuestra capacidad humana innata, para diseñar un bello y productivo día. Desde luego descubriendo y solucionando dificultades y tropiezos con seguridad, gratitud y cariño para remozar y disfrutar de cada día.
Aprendamos a valorar las preciosas 24 horas de oportunidad de acciones propias, que crearán a no dudarlo un espacio de vida satisfactoria y dichosa, útil para cada uno; con la opción de disfrutar del maravilloso y permanentemente activo: Don insuperable de la Vida que se deshoja día a día en nuestras manos, con la conformidad de modelarla personalmente. En Cada Día de Vida que se nos presta.
Gitana del Viento
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