Todos los seres humanos cumplimos con un ciclo de vida durante el cual hay actividades múltiples de formación, adaptación, aprendizaje, maduración, superación. En realidad, de envejecimiento sabio.
En todas las acciones que nos presenta la trayectoria existencial el rol de cada uno es único y totalmente personal; allí está el valor individual para forjar rutas apropiadas para cumplir con convicción cada capítulo que hay que escribir mientras se vive.
Como autores de la obra magna de cada vida, hay que actuar con responsable seriedad y entrega. Entonces se puede elegir la ruta apropiada a seguir: Ser luz o reflejo de este mundo.
¿Qué significa claridad? es tener luz propia adquirida con base en el cultivo diario de hábitos, sentimientos y aprendizajes, en estas actividades hay detalles valiosos: el aprecio y valoración de una vida digna y honesta que nace de la convicción de la importancia y limitación de ella, la constancia en lo que se emprende con esfuerzo por alcanzar una meta. No olvidar que hay un plazo fijo para cumplir cada acápite, generando senderos de luz personal y para quienes nos rodean.
La certeza de que aprender es también incremento de luminosidad a cada existencia, obliga a tener interés y constancia en el estudio e investigación para hacerlo en el tiempo y lugar apropiados. Imposible olvidar el brillo de los sentimientos y emociones que irradian una luz cálida y motivación capaz de transformar con su pureza y sinceridad los escollos en hermosos parajes de realidades y de ensueños.
Los espejos y cristales puros reflejan la luz que reciben y la dispersan en varias direcciones y colores, pero no son autónomos como la luz. Requieren una fuente de luz de calidad para reflejar también calidad.
Si al reflejar lo que se recibe se plasma el modelo escogiendo siempre el reflejo apropiado, beneficioso que se convertirá en agente de difusión de positividad superación y crecimiento humano; entonces se crea influencia altruista para los que están con nosotros. Así se irá adquiriendo con el tiempo luz propia, dejando de ser reflejo para iluminar con brillo personal como un rayo de luz particular de guía en la vida propia y respaldo en la de los demás.
Ser humano: está en ti ser luz o reflejo en esta vida, en ambos casos hay claridad, es indispensable el sentido común y autoestima personal; reconocer el manantial de virtudes y aptitudes que tienes para caminar por el sendero de la vida, dando luz o reflejando: optimismo, superación, nobles y sinceros sentimientos.
Gitana del Viento
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