Al tomar conciencia de cada existencia, pertenecer a un grupo humano y valorarlas como personas o semejantes, para conocer inicialmente a alguien se fija en la estatura, color de la piel y ojos, boca y nariz; gordura o flacura, cuántos detalles más que son visibles con una sola mirada.
Con el correr de los años nos esforzamos por prepararnos y aprender, adquirir conocimientos y experiencia, hogar, trabajo. Cada vez por ocupación y autovaloración, con menos frecuencia nos detenemos a mirar el espejo, porque lo visual pasa a segundo plano ya que no se desea ni se quiere constatar que ha pasado el tiempo por nuestra vida.
Sin embargo, aquello cuyo movimiento no se siente ni se ve es el tiempo y sigue transcurriendo, es evidente en todas partes y en todos los seres universales; no tiene un inicio y tampoco final, pero es una realidad que acompaña siempre a todos y no se puede dosificar o controlar.
Tiempo: transcurso de días, meses años para quien se esfuerza seriamente por alcanzar una meta y para otros pasa inadvertido. Movilidad de minutos y segundos para quien sufre un dolor o decepción, detenerse de un reloj para quien deja la vida.
Tiempo: secreto componente de la transformación humana por madurez de todos los seres vivos: de bebés a adultos, de jóvenes a viejos y luego a más maduros que incrementan sus limitaciones físicas o mentales en un proceso inapelable y rígido en su cumplimiento.
Tiempo: algo que no se puede definir con precisión ni certeza y se le ha adjudicado medidas humanas sólo para valorar numéricamente cada existencia, aquello que está presente y nos recuerda en cada instante que es rápido efímero y no vuelve nunca.
Si bien nada se puede hacer por adelantar, detener o retroceder el misterioso tiempo; es un fragmento de vida con valor real que no se aprovecha oportunamente y luego se extraña, entonces constituye un lapso existencial desperdiciado. Se necesita concienciar individualmente su valía para poder apenas optimizarle de algún modo.
Hagamos de este componente inamovible intangible y real de la vida, el tiempo un apoyo positivo útil y productivo de cada uno aprovechando cada período que se tiene, creando un camino claro y útil de nuestras diferentes fases como humanos, sólo así estaremos “alargando su misteriosa presencia” en la vida personal e individual de cada estancia en esta tierra.
Gitana del Viento
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