El cielo que todos miramos, llamado también bóveda celeste, es visible para todo nuestro planeta y posiblemente para todos los demás componentes que se ven desde la Tierra. Es novedoso conocer que se creía que las estrellas estaban pegadas fijamente en el firmamento.
Al Firmamento se le define como el espacio en que se mueven los astros y por efecto visual parece que rodean la tierra. Es sinónimo de esfera celeste. Es una bóveda imaginaria sobre la que están: el sol, estrellas, planetas y la luna.
En el cielo zona gaseosa más dura de la atmósfera del planeta, son visibles los fenómenos naturales que se ven normalmente cada día: nubes, arcoíris y las auroras. Los relámpagos durante las tormentas eléctricas. Por las irresponsables acciones humanas hay neblina oscura visible sobre ciudades en las primeras horas del día.
La coloración del cielo que se mira con admiración proviene de la interacción de la luz solar con la atmósfera: en el día se ve generalmente celeste, en atardeceres y amaneceres varía del naranja a gamas del rojo. En la noche pasa a ser azul oscuro.
Durante el día se puede ver el sol en el cielo; en la noche y en cierto grado durante el día se puede ver la luna, las estrellas, ocasionalmente algunos planetas vecinos.
La luz del sol se ve blanca, está compuesta de todos los colores del arcoíris del rojo al violeta, pasando por amarillo, verde y azul con todos sus matices. La luz causada por los fotones que se desplazan en ondas vibratorias a través del espacio viaja en ondas largas y suaves, dan el color rojo; en ondas más cortas causan el color azul.
Al llegar la luz a la Tierra choca con las moléculas atmosféricas, las más cortas(azul) que chocan con las moléculas de la atmósfera se dispersan con más amplitud, opacando al resto y presentando el cielo que se ve azul.
Cuando se pone el sol en el horizonte la luz tiene que pasar por más cantidad de moléculas atmosféricas dando oportunidad al resto de ondas largas y suaves (rojo, anaranjado y amarillo) que se los admira en los atardeceres (Difusión de Raleigh).
En la noche el cielo es extremadamente oscuro, negro; se debe a que no llega casi nada de luz, solo la reflejada por la luna y las estrellas que apenas llegan a iluminar la superficie terrestre.
Las nubes que se forman de grandes partículas de colores reciben la luz y la reflejan sin cambiar del color blanco. Difusión de Mie. Si esta es masiva, la luz no es tanto reflejo sino retención y aparecen grises o negras según el grosor de la nube. Depende si están formadas por cristales de hielo o por agua coloración de blanco a gris oscuro, de acuerdo con el tamaño de las gotas que la forman.
Una nube iridiscente tiene colores similares a las manchas de aceite en agua, se observa en altos cúmulos. Frecuentemente cerca del sol tapado normalmente por su resplandor. Resultado de la difracción de la luz solar a través de gotitas de agua o pequeños cristales de hielo que forman las nubes coloreadas, desviando los rayos solares; los de mayor tamaño forman halos por refracción. El arco iris es refractado por gotas de mayor tamaño. La iridiscencia se ve normalmente en los bordes de las nubes o en nubes semitransparentes.
En el amanecer y atardecer hay más rojos y naranja porque los azules y morados se han dispersado más por el cielo. Si las nubes se ven rojas reflejan la luz tal cual les llega: blanca al medio día, naranja y rojo por la tarde. Son percepciones humanas de fenómenos físicos, cada uno de ellos está definido por la longitud de onda que explica cómo se mueve una onda y con la cantidad de energía que transporta. Si están muy juntas, el ojo interpreta la luz azul, si están separadas el color naranja y más separadas el rojo.
A las ondas tan apretadas o separadas, el ojo no las ve y es la radiación electromagnética invisible Por su composición onda/átomo y molécula tiene diferente capacidad de absorber y dispersar la luz. Gracias a esto el ozono es capaz de frenar lo que corresponde a la luz UV formando un escudo contra esta dañina radiación.
En amaneceres y atardeceres el sol está muy bajo en el horizonte, sus ondas atraviesan un largo trecho de la atmósfera con la probabilidad de que la luz azul se disperse antes de llegar al suelo o a las nubes. Por eso la mezcla de colores tiene amarillo, naranja y rojo. En las nubes muy densas se refleja la luz perfectamente y por eso son blancas.
Toda esta presentación cotidiana y su maravilloso recorrido, tiene el majestuoso firmamento que contemplamos cada día sin sorpresa o admiración, es mensaje sentimental y promisorio para todo lo viviente, con una lección de paz y belleza a toda la existencia. Ocurren en el cielo tantos fenómenos sorprendentes a un ritmo tan particular y bello de su perfección, con un orden al que nos acostumbramos sin pensar la trayectoria fantástica de la luz que nos ilumina cada día.
Gitana del Viento
コメント