En las tareas permanentes de cada día, se enfrentan con variadas experiencias, problemas y desafíos. Al margen de la atención, esfuerzo y accionar que se requiere hay un componente fundamental que asiste a todos: la actitud de recepción como de no aceptación ante lo que se presenta en la vida, está unida siempre a la autovaloración.
En la autovaloración se mide con verdad la capacidad o inseguridad de realización o ejecución. Hay en el interior humano una fuente de energía y confianza positiva en sí mismo, que permite el análisis tranquilo de lo favorable o no. Es el Optimismo cualidad personal de sustraer de todo: lo mejor y apropiado con certeza de éxito.
El optimismo presenta siempre predisposición a seguir adelante perseverando, buscando los puntos motivantes razonados favorablemente, esto impulsa y apoya contra la inseguridad o dudas. Encuentra: en los tropiezos lecciones y oportunidades de aprendizaje y superación. En el fracaso: impulsa a la voluntad en la necesidad de mayores conocimientos y dedicación. En definitiva, es una guía de superación como persona útil a la sociedad y satisfecha consigo misma.
Ser optimista es la llave ideal para conocerse mejor tanto en experiencia, conocimientos y sentimientos, decididamente es la apropiada ruta para estar satisfecho como ser humano vital. En las emociones y sensaciones como persona, es guía inequívoca hacia la comprensión y respeto de los semejantes que siembra amor, amistad, cariño y paz existencial.
El optimismo origina y fortalece los sentimientos sinceros y verdaderos, puntales básicos de la dicha humana, mentalmente se está eligiendo la parte positiva de todo evento y eso trae luz interior que ilumina cada recorrido o actividad que se realice.
Ser optimista es trazar una ruta de alegría, confianza y fe para sí mismo, para quienes se ama, para todos los que nos rodean.
Con optimismo el fracaso es puerta de superación y constancia, la enfermedad es oportunidad de un encuentro consigo mismo, la soledad es un diálogo sincero con el yo oculto.
Con optimismo el éxito es un escalón más alto en el proceso de superación, en la soledad es el acercamiento personal con el ayer en relación con el hoy. En la vejez es la valoración detallada de lo que hizo bien. En las despedidas es el nacimiento de la esperanza, confianza y paciencia. En la partida definitiva es el justo y merecido descanso de una vida motivada y motivante: ¡Debes se Optimista!
Una de las cualidades que se adquiere y transmite es ser optimista, ya que es el portal más claro de la vida para alcanzar y estar satisfecho, con lo que se hizo en el mínimo paréntesis que nos ofreció la eternidad.
Gitana del Viento
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