La interrelación humana es una ruta de vida que genera agrupaciones personales, amistosas, amigables, de compañerismo y más formas de acercamiento y conocimiento mutuo entre los individuos, una apropiada comunicación hace la diferencia entre la felicidad y la soledad o aislamiento personal.
El comunicarse y conocerse entre personas, es fundamental para buscar y mantener buenas relaciones en todos los espacios vitales con contactos interpersonales que amplían el espacio de los diferentes ámbitos trascendentes, llámense: familia, trabajo, equipo, asociación…entre las personas cercanas a nosotros.
Comprender y hacerse entender son cualidades aplicables en la comunicación humana, ya que es una guía clara para amistad, acuerdos y desacuerdos, ejecuciones o pérdidas, que llegan a enfrentar discrepancias y discusiones sin sentido, disgustos y enojos por falta de diálogos y explicaciones (comunicación). Entender y/o comprender pacientemente, es la ruta inequívoca de la comunicación, que guía a conquistas y realizaciones vivenciales excelentes, amigables y útiles para el grupo.
Sin lugar a duda entender y hacerse comprender, es una tarea con características artísticas, de entendimiento y paciencia que favorecen la armonía, amistad y convivencia comunitaria en cualquier momento y lugar. El diálogo tranquilo es útil.
Es evidente que la comunicación pasa a ser: otro Valor Humano a forjarse y aplicarse en el tiempo, en el transcurso existencial en la mayoría de las personas, en las parejas, con los amigos, con los hijos, con los compañeros y/o vecinos. Si se aprende a valorar una buena comunicación que cultivada sencilla y pausadamente en todo el tiempo; establece una diferencia entre una vida tranquila y feliz, o una vida saturada de problemas e incomprensiones. El valor de la comunicación ayuda siempre a intercambiar ideas y pensamientos de manera efectiva; indudablemente siembran sentimientos significativos y profundos en un ambiente cordial de paciencia y comprensión, que es un enriquecimiento interpersonal.
Compartir experiencias, anécdotas y conocimientos, son escalones seguros para saber comunicarnos, pues es una forma cooperar, de apreciar y valorar de forma participativa el transcurso existencial de todos y cada uno, ampliando su valor comunicándonos sincera, confiada y verdaderamente entre las personas y desde luego en familia.
Hay que aclarar que comunicarse no es expresar, hablar, informar, decir o emitir ideas; decididamente es: entablar intercambio de pensamientos, diálogos, tertulias amigables y experiencias válidas. Compartiendo gustos y aficiones, acuerdos y desacuerdos.
Comunicándonos se da la oportunidad de estar al tanto del carácter, aprender de las experiencias, compartir aficiones y gustos. Es una bella y amigable manera de conocer a las personas en su realidad, desarrollando indudablemente el arte de la capacidad de comprensión personal, que nos habilita en la utilidad y oportunidad de servir en la superación de personas muy apreciadas, que conocemos, estimamos y valoramos.
Gitana del Viento
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