El desafío universal por excelencia es manejar la propia Vida, ya que ofrece múltiples logros factibles de ser alcanzados por cada ser viviente, particularmente en la ordenación acertada del ser humano mediante la superación personal permanente, tanto interior como exteriormente.
La poderosa energía que alimenta y da calidez a cada recorrido vital que se realiza, se llama constancia o perseverancia y requiere una entrega y esfuerzo real consciente de cada uno por mejorar las cosas, superar las dificultades y retos que existen en cada sendero alcanzando el progreso personal.
El tropezar o caer está presente en la trayectoria normal individual considerando siempre tratar de vencerla con esfuerzo, nunca permanecer sin levantarse de una caída. Con convicción y energía ponerse de pie erguido, para seguir avanzando y si es necesario: recomenzar y mejorar el camino realizado previamente con entrega total.
Caminar sin detenerse ni fatigarse en ningún momento, adelantar con paso seguro hará que se visualice con mayor claridad los sueños y que la renovación del transitar con empeño por alcanzarlos ilumine cada objetivo; fortalecidos con la firmeza de insistir superando complicaciones y cansancio.
Que las grietas y fracturas enfrentadas no sean resultado de la indiferencia, pereza o derrota para dejar de insistir, el éxito se encuentra y alcanza buscando con seguridad en el tiempo necesario lo correcto, reconociendo los esfuerzos que se dejaron de realizar corregir y utilizarlos.
Esperar paciente o pasivamente la “nueva oportunidad” es erróneo sólo retrasará los beneficios y logros, no llegará el triunfo esperado y en más de una ocasión no se presentará jamás. Las oportunidades son contadas y difícilmente se repiten más de una vez en cada existencia.
Es valioso progresar en cada vivencia con convicción y seguridad de lo anhelado, aportando con aprendizaje y ganancias experienciales permanentes sin detenerse, con insistencia tenaz y veraz de trabajo mental, emocional y físico como se hace en los deportes que se practican.
Procuremos destacar y aplicar la calidad y potencial humano de los que somos dueños y tenemos todos, asimilemos el vivir como el desafío más exigente y variado en el que hay triunfar y se debe actuar con dedicación, constancia e interés en un determinado espacio de tiempo, la vida.
Es justo y merecido por cualidades propias de cada naturaleza humana, procurar brillar como estrella celestial en la única oportunidad total de cada existencia, que tiene un inicio y culminación determinados.
Utiliza siempre con sabiduría tus habilidades, talentos y capacidades: sobre todo avanza con certeza, esperanza y libertad.
Gitana del Viento
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