La papa: Solanum tuberosum L, conocida y comida en todas partes del mundo, se encuentra entre los valiosos alimentos que consumían normalmente nuestros sabios ancestros, es un tubérculo con diferentes variedades (más de mil) de acuerdo con el suelo o la región de cultivo. Tiene beneficios reales para una buena salud y vida es originario de América del Sur.
También se le dice patata, no es realmente una raíz sino engrosamiento de los tallos herbáceos de esta planta, es la hortaliza de mayor cultivo sobre la Tierra.
Es un alimento completo que por sus hidratos de carbono proporciona energía, la mayoría como almidón que en más de tres horas produce glucosa y en menor proporción fructosa y sacarosa, digeribles con tolerancia moderada para los diabéticos. El aporte en proteínas es mínimo.
Cocinada es igual que el arroz con características más valiosas, ofrece todos los aminoácidos que necesita el cuerpo humano, tiene lisina que carecen los cereales. Las proteínas de la papa favorecen el crecimiento en la infancia.
En cuanto a vitaminas: posee vitamina C que proporciona resistencia a infecciones y combate el envejecimiento prematuro, ayuda en la degradación del colesterol, favorece la cicatrización de la piel, cualidades que se pierden bastante al cocinarlas, fritas casi desaparecen totalmente. Es buena fuente del complejo B, protector del sistema nervioso que estimula crecimiento y producción de sangre.
Hervida con cáscara tiene tiamina, piridoxina, ácido fólico para el crecimiento, regeneración de las células, glóbulos blancos y rojos de la sangre. Su consumo con cáscara de cultivo orgánico ayuda en el proceso digestivo, es además una barrera que evita el ingreso de sal al interior facilitando el consumo a hipertensos. El contenido de potasio es alto y el de sodio bajo; es pobre en calcio, pero tiene hierro, fósforo que ayuda en la absorción de nutrientes y magnesio para las funciones musculares, de huesos, arterias, presión sanguínea y digestión. Según el terreno de cultivo, puede aportar también yodo.
El consumo de papa con cereales y ensaladas completan sus bondades alimenticias. Por su poder antiácido su consumo beneficia al estómago, su carácter alcalinizante se amplía a la sangre y orina facilitando la eliminación de toxinas en bien de los riñones. Su suave consistencia favorece el proceso digestivo, como puré es muy recomendable para la salud.
Porque casi no tiene grasa ni sodio, es útil en el cuidado del corazón y afecciones cardiovasculares; su contenido de potasio es un apoyo contra la hipertensión. Se ha comprobado que el licuado de papa cruda y pelada, al ser tomada una cucharada antes de cada comida calma la acidez.
El éxito está el adoptarla como una forma de vida, evitando la monotonía y combinando con las virtudes de otros alimentos igualmente buenos y económicos, para completar lo que pudiera faltarle a este maravilloso tubérculo. Valoremos y utilicemos este apoyo de la Naturaleza para mejorar la única vida que tenemos.
Gitana del Viento
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