La Gratitud, es un valor humano no aplicado siempre ni oportunamente, pasa a ser un sentimiento momentáneo de todos, pero es un detalle que en pocas ocasiones se piensa y/o emplea.
Saber reconocer un apoyo o respaldo, es inherente a sentimientos de gratitud y/o reconocimiento, por lo recibido de alguien que nos apoya oportunamente. El ser Agradecido va más allá de las palabras que se dicen; es la manifestación de ser agradecido que va más allá de lo dicho; ya que es una actitud que nace del interior humano, en aprecio a lo que alguien que ha hecho algo por nosotros.
La Gratitud no implica: devolver el favor, o pagar una deuda. Es reconocer sinceramente a lo que alguien hizo algo por nosotros. Tampoco es cancelar un compromiso; es: sin lugar a duda, reconocer la generosidad ajena.
La muestra de afecto y respeto visibiliza la gratitud que brota espontáneamente en nosotros por el favor y gentileza recibida, demostrando nuestro grato reconocimiento por el beneficio recibido. Identificando sinceramente la actitud que tuvo la persona con nosotros, más que por el beneficio recibido.
La razón de nuestro agradecimiento surge por la actitud que tuvo esta persona más que por el beneficio recibido. En cada existencia hemos conocido personas a quienes valoramos y admiramos por todo lo que nos han entregado: maestros, compañeros, amigos, jefes, esposos/as. Porque les reconocemos por su entrega y apoyo, que tuvieron con nosotros a pesar de sus ocupaciones, nos dieron tiempo, conocimiento y ejemplo de vida con valores.
La ruta para vivir y transmitir el valor del Agradecimiento se basa en reconocer en los demás honestamente: el esfuerzo y entrega por servir siempre que hay oportunidad. Es deber personal el valorar en los demás, el arrojo innato por servir y ser útiles.
Ser Agradecido va más allá de pronunciar las palabras; es una bella actitud que nace del interior personal en reconocimiento para alguien, no como pago; sino por valoración profunda de la generosidad ajena. Reconocer y dar valor por su esfuerzo por servir, la persona que más apoya y ayuda es y será la más agradecida.
La persona reconocida busca tener otras atenciones y estímulos con las personas generosas y comedidas, debido al desinterés innato, ya que nos dieron su tiempo y/o su cuidado; por la demostración de su solidaridad y predisposición a ser útiles.
A no dudarlo el Agradecimiento es una lección de vida comunitaria sana, reconocer y valorar en los demás el esfuerzo y voluntad de ser útiles y servir cuando se ofrezca, sin esperar recompensa.
Gitana del Viento
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