El día a día ofrece una novedosa experiencia que prepara a cada persona en el trajinar por los senderos de la vida. Son episodios, capítulos y momentos de alegría, satisfacción, tristeza, desaliento con problemas variados constantemente que deben ser asumidos y resueltos de forma oportuna e individual.
Frente al examen de vida que se debe rendir diariamente, el desempeño personal requiere de la armónica interrelación entre: emociones, sentimientos, intelecto, experiencias. Las calificaciones que se obtienen sin valoración cuantitativa dan resultados de confianza y seguridad al ser atendidos con responsabilidad. De lo contrario siembran las sensaciones de temor, tristeza y fracaso, que deben ser remediados solícitamente con optimismo y esfuerzo.
Es indispensable y obligatorio buscar el éxito en todas las gestiones aplicadas y repetir si es necesario el examen, con actitud positiva y convicción de poder alcanzar el propósito esperado. Un ingrediente indispensable que evita el fracaso es descubrir el lado bueno de toda actividad, lo que constituye un peldaño seguro del caminar con optimismo y certeza, importante es el ánimo y constancia para buscar y encontrar la respuesta adecuada y oportuna.
Esto es demostración real del crecimiento humano al aprender, superar y alcanzar los sueños personales. La predisposición positiva y efectiva en todo momento da alegría a la vida, tiene sentido valioso para cada solución, fortalece el espíritu y sensibiliza el corazón. Es una de las puertas abiertas de la Felicidad.
Fallar o enfermar es sólo una opción de acercarse a sí mismos descubriendo facultades que están y permanecen en cada interior, apoyando cada existencia. Quizá es una sugerencia de la necesidad de cambiar la rutina y buscar un nuevo sendero.
El logro de una aspiración no es la terminación de un proceso, sino únicamente un paso adicional del caminar individual, la ruta sigue presente y hay que seguir sin reposo su recorrido. Si se recibe reconocimiento del esfuerzo realizado, es solo un refresco para el alma la manifestación pura de verdadera amistad y respeto, que a cambio debe recibir sinceridad y humildad en cada autovaloración.
El existir es en verdad un don personal de desafío y superación, sobre todo: amor y gratitud por las oportunidades de utilizar, aplicar y disfrutar de las habilidades y capacidades innatas presentes en todos y cada uno de los seres vivos.
Actitud positiva es apenas el mensaje individual de reconocimiento a la maravillosa y única oportunidad de estar con Vida.
Gitana del Viento
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